'test drive'

Citroën C5 Aircross 180 PureTech EAT8 Shine: espacio y confort al máximo

4/07/2019 - 

MADRID. Citroën, en línea con su lema "Inspirado en ti", ha hecho que su nuevo SUV, el C5 Aircross, sea un vehículo espacioso y confortable con el que disfrutar tanto dentro como fuera de la carretera.

Es el último modelo de su ofensiva en el mercado general de los todocaminos, que no para de crecer y para el que los expertos siguen pronosticando muchos años de bonanza, por lo que descartan que estemos ante una moda efímera.

El Citroën C5 Aircross viene a completar, por arriba, la oferta SUV del fabricante galo del doble chevron, que hasta ahora solo contaba con el C3 Aircross (mide 4,15 metros).

Este hermano mayor (4,50 metros de largo) que sometemos a prueba lo hemos elegido con el propulsor PureTech de gasolina (los conductores siguen desconfiando del diésel a pesar de su eficiencia) más potente de la gama, el 180, que está ligado a la caja automática EAT8 y al acabado más completo, el Shine.

El  Citroën C5 Aircross también se vende en diésel en 130 y 180 CV

En gasolina hay otra opción, el 130 CV (puede combinarse también con la EAT8); mientras que la gama diésel BlueHDi se compone también de dos propulsores con la misma potencia: 130 y 180 CV.

Por lo que respecta a los acabados con los que puede elegirse son, por este orden, Start, Live, Feel y Shine.

Centrándonos en la unidad probada destacar primeramente lo confortable que es para viajar y lo espacioso que es el maletero (580 litros y con hueco para la rueda de repuesto).

El sistema de amortiguadores progresivos hidráulicos que monta hace parecer al vehículo una alfombra mágica que transporta al pasaje como flotando por las irregularidades de la carretera.

Es como si nada llegara al interior del vehículo y éste se desplazará sin estar en contacto con el suelo. Pero sin olvidarse de sujetar la carrocería para evitar así que se puedan producir cabeceos o balanceos en curva que desestabilicen el coche.

El Citroën C5 Aircross es un cinco plazas verdadero

Cinco ocupantes lo van a tener fácil para acomodarse en su interior, ya que con un conductor de 1,82 metros de alto se puede situar detrás una persona de la misma altura sin que sus rodillas toquen el respaldo del asiento delantero.

Detrás, Citroën hace gala de ser el único SUV del segmento de los 4,5 metros de largo con tres asientos del mismo tamaño y no como en la mayoría de su competidores, en los que el del centro es más pequeño.

El puesto de conducción es ergonómico y todo queda a mano. El cuadro de instrumentos es digital, lo que requiere algo de adaptación cuando se navega por él por primera vez.

En el centro del salpicadero hay una amplia pantalla táctil encastrada, que es de las que incluyen los botones de la climatización (no van en ruedas separadas como en otros), los ajustes de la radio, la conexión del teléfono móvil o la navegación.

El problema que tiene es que cuando se manipula en marcha, el conductor suele apoyar la mano en la zona baja de los botones digitales y es fácil accionar sin querer el que está al lado.

La transmisión automática hace al C5 Aircross un coche muy cómodo en cualquier circunstancia

Debajo de esta pantalla está situada en una posición muy manejable la palanca de la transmisión automática, que también se puede accionar de forma secuencial desde las levas que hay en el volante.

Esta transmisión facilita enormemente la gestión del vehículo en atascos y es muy cómoda en carretera, ya que sus relaciones evitan que haya resbalamientos y pérdidas de potencia en los saltos entre una marcha y otra.

Por lo que respecta a los consumos, la marca le ha homologado uno mixto de 7,4 l/100 km, mientras que su cifra de aceleración de 0 a 100 km/h es de 8,2 segundos y puede llegar a alcanzar una velocidad máxima de 219 km/h.

En los tres casos sus registros están muy bien para un coche con un claro enfoque familiar, que tiene como potenciales clientes a personas que busquen un coche amplio en un tamaño contenido y con potencial -su carrocería está más separada del suelo que en un turismo- para hacer excursiones por pistas o transportar su material para realizar actividades al aire libre.

El Citroën C5 Aircross es fácilmente identificable por su imagen exterior desenfadada

Exteriormente, el diseño está en consonancia con el interior -los plásticos son blandos, de buen ajuste y transmiten calidad y también desenfado- y muestra una líneas más juveniles que el resto de SUV.

Los toques de color (pueden ser blancos o rojos) en los laterales de la parte inferior del morro y en las taloneras restan sobriedad al vehículo y le dan una imagen más moderna.

En lo que sí se parece a sus más inmediatos perseguidores es que la imagen que exhibe es de fortaleza, por una línea de hombros alta y una superficie acristalada más alargada en la parte trasera que aporta dinamismo a la vista lateral.

En la trasera, el difusor, con dos salidas de escape integradas, le da el toque SUV, así como la matrícula en una posición elevada en el portón trasero, que es de accionamiento eléctrico.

En el equipamiento de serie se incluyen las llantas de aluminio de 19 pulgadas, las barras de techo anodizado y las molduras de plástico de la carrocería en rojo

El blanco nacarado de la unidad probada es opcional (676 euros), así como la tapicería de cuero Ambiente Confort Hype Brown con masaje (1.445 euros), la cámara de visión 360º y la ayuda al estacionamiento (520 euros), la rueda de galleta (104 euros) o el techo practicable panorámico (1.299 euros).

El Citroën C5 Aircross anima un segmento que no para de crecer

En definitiva, el nuevo SUV de Citroën ha llegado para ponerle difícil a la competencia sus ventas, en un momento en que los particulares no tienen claro qué motorización comprarse, pero sí mayoritariamente que ha de ser un SUV.

En el caso de la marca gala lo que ofrece es un vehículo con un diseño más juvenil y menos serio, con tecnología a la altura del resto y con una comodidad que es de nota y a un precio que, sumados los descuentos, se antoja atrayente.

Sus competidores directos son Ford Kuga (32.180), Hyundai Tucson (33.565 euros), Jeep  Compass (38.530), Opel Grandland X (32.045), Peugeot 3008 (34.600) y Seat  Ateca (36.550)

FICHA TÉCNICA

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- Dimensiones (longitud/anchura/altura): 4,50/1,84/1,65 metros

- Motor: cuatro cilindros

- Cilindrada: 1.591 c.c.

- Potencia: 180 CV a 5.500 rpm

- Par máximo: 250 Nm a 1.650 rpm

- Aceleración de 0 a 100 km/h: 8,2 segundos

- Velocidad máxima: 219 km/h

-  Caja de cambios: automática de 8 relaciones

- Tracción: delantera

- Consumo medio: 7,4 l/100 km

- Capacidad del maletero: 580 litros

- Capacidad del depósito de gasolina: 53 litros

- Precio: 30.700 euros

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