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'test drive'

Citroën Berlingo talla M 1.5 BlueHDi XTR: con vocación de turismo

24/11/2018 - 

MADRID. El Berlingo, como les gusta decir en Citroën para referirse a la nueva generación de la furgoneta con el mismo nombre, llega con la clara vocación de convertirse en una firme alternativa a un turismo convencional, al que como veremos adelante le aventaja en casi todo.

La apuesta es de las consideradas fuertes, pero el nuevo Citroën Berlingo (sus “hermanos” de Grupo con los que comparte diseño y plataforma EMP2 son los Peugeot Rifter y Opel Combo) cuenta con una serie de ases para conseguirlo.

El primero de ellos es el diseño. El frontal de la tercera generación del Berlingo es muy parecido a los modelos que componen la gama SUV de Citroën (C3 Aircross y C5 Aircross) y se caracteriza por un capó alto y corto.

La firma lumínica está dividida en dos niveles y los bordes de los faros antinieblas pueden personalizarse con colores diferentes a los de la carrocería.

Sus rasgos también le relacionan con el resto de la gama: C4 y Grand C4 Spacetourer, Spacetourer o el C4 Cactus.

Por lo tanto, si vemos al Berlingo de frente a muchos les hará dudar sobre qué modelo se trata. Para salir de dudas deberán buscar la vista lateral, en la que las dos puertas correderas (con cristales que se bajan y no como en las furgonetas que son fijos o de trampilla) delatarán su carácter polivalente.

La línea lateral también ha sido utilizada para asemejar al Berlingo a los SUV de la casa francesa, ya que incorpora los airbump -que en su momento estrenó el C4 Cactus- en la parte baja de la carrocería.

En la zaga es donde menos similitudes guarda con un turismo, ya que el gran portón del Berlingo -que se fabrica en la planta de PSA en Vigo- ofrece la posibilidad de abrir de forma independiente la parte acristalada, algo que en su momento tuvieron algunos monovolumenes y todoterrenos, pero que desapareció a pesar de su gran utilidad.

Otro as con el que cuenta el Berlingo es que, al haber sido configurado como un turismo, le han dotado de muchos de los asistentes a la conducción que equipan los otros vehículos de la marca Citroën, así como de nuevos motores más eficientes.

Vamos por partes. El nuevo Berlingo puede equipar hasta diecinueve ayudas a la conducción, caso del regulador de velocidad adaptativo con función Stop, el aviso involuntario de carril activo (de serie), indicador de atención del conductor (de serie), reconocimiento de señales de tráfico (de serie) y recomendaciones de velocidad, sistema de vigilancia de ángulo muerto, frenado de emergencia automático (de serie) o conmutación automática de las luces de carretera

Otras ayudas que se ofrecen son cámara con visión 180° Top Rear Vision, Grip Control, control de estabilidad del remolque, park assist, ayudas al arranque en pendiente (de serie), el estacionamiento lateral o el freno de estacionamiento eléctrico.

Otra novedad en el segmento -y, por tanto, un nuevo As- es el head-up display (opcional) para consultar la información más relevante de la conducción en una pantalla que se pliega y oculta en el salpicadero justo delante del conductor.

En conectividad también el Berlingo quiere adelantar a los turismos al uso y las posibilidades con las que cuenta son cuatro: Mirror screen con Android Auto, Apple CarPlay y Mirrorlink; el sistema de navegación conectado 3D Citroën ConnectNav de última generación; el Citroën Connect Box con Pack SOS y asistencia incluidos; y, por último, la recarga inalámbrica del móvil en la guantera.

Por lo que respecta a las motorizaciones, la gama está formada por los gasolina 1.2 PureTech de 110 y 130 CV; y los diésel 1.5 BlueHDi de 75, 100 y 130 CV.

Como buen turismo que se precie, el motor más potente en gasolina va asociado a la nueva caja automática de ocho relaciones EAT8, que también está disponible para el de gasóleo más prestacional.

El probado por Efe ha sido el BlueHDi de 130 CV con caja manual de seis relaciones. La palanca está situada en una posición elevada lo que facilita los diferentes engranajes. Hay que acostumbrarse a ello, ya que algunas veces, por la premura de ganar en velocidad, se puede pasar de tercera a quinta sin buscarlo.

Con el motor citado el Berlingo se mueve sin ningún tipo de restricciones con todas las plazas ocupadas. Incluso puede llegar a ritmos bastante vivos en autopista sin dificultad.

El propulsor es poco ruidoso y no transmite vibraciones a la palanca o los pedales.

Su comportamiento en carretera es muy similar al de turismo. Es noble en la pisada a pesar de su altura (de 1,90 metros por lo que puede acceder hasta los parking más antiguos del centro de las ciudades).

Los balanceos parecen notarse algo más al principio, porque cuando uno se va acostumbrando al coche éstos desaparecen, ya que es algo más psicológico que físico (salvo que la velocidad sea inadecuada para el tramo por el que se circula).

La dirección eléctrica le hace cómodo en ciudad y en carretera, en lo que también influye un radio de giro de 10,8 metros que facilita enormemente cualquier maniobra.

La suspensión resulta un poco brusca en algunos guardias tumbados, pero filtra bien las irregularidades porque el pasaje no suele quejarse cuando se atraviesa por zonas plagadas de ellos, como son las urbanizaciones.

El sistema de frenos está compuesto por discos -en algunos turismos y SUV el trasero es de tambor-, con lo que se garantiza una buena frenada y una mayor resistencia a la fatiga.

Interior Citroën Berlingo

Si el exterior gusta a las personas que se han acercado a conocer el Berlingo, más les agrada el amplio espacio interior de este turismo. Nuevamente otro as del que no goza un turismo al uso.

Delante el hueco entre conductor y copiloto es muy amplío y permitiría incorporar un amplio cofre para impedir que haya cosas por el habitáculo, pero son tantos los espacios que hay repartidos por todos lados que no es indispensable.

Hay una guantera abierta detrás de la pantalla flotante del sistema de infoentretenimiento, otra especie de repisa entre las dos guanteras cerradas del copiloto y otra en el túnel central de la caja de cambios para cargar el móvil.

Los de la fila trasera, en la que se acomodan perfectamente personas de más 1,80 metros de altura, disponen del techo Modutop que recorre todo el habitáculo y que, al contar con luz, es muy agradable cuando se conduce por la noche.

También de compartimentos cerrados que están en la parte de atrás adosados al techo y a los que se puede acceder también una vez abierto el portón.

Numerosos también son los puertos USB para cargar móviles, tabletas u otros dispositivos. Además, en la parte de la izquierda de la zona donde van las piernas del copiloto hay un enchufe de 220 V.

En conjunto, la sensación que transmite el interior de la versión XTR probada es de dinamismo, jovialidad y evasión, a lo que contribuye el tejido Line Gree (con banda de color naranja en los respaldos de los asientos).

Incluye el Pack color Naranja (acabados de ese color en varios elementos exteriores e interiores del vehículo) y llantas de aleación de 17 pulgadas

En definitiva, el Berlingo es un vehículo que está dirigido a todas aquellas personas que necesiten tres plazas traseras iguales y de "verdad".

También a los que requieran de un fácil acceso al vehículo. Nada mejor que las puertas correderas para una persona mayor o para introducir una silla de bebé y poderla sujetar sin hacer raras genuflexiones o molestar al resto de pasajeros.

Y como no -porque no tendrán mejor aliado en estas medidas compactas- a los aficionados a los deportes al aire libre como la bicicleta de montaña, el esquí, el trekking, kayak o parapente, por citar algunos.

El amplio y cuadrado maletero, con una boca de carga muy baja, posibilita cargar todo tipo de objetos. Además, con las barras de techo los bultos más grandes, como pueden ser una tabla de surf o las de esquí, también puede transportarse en el techo.

Los hastiados de los SUV o de los monovolumenes también son clientes tipo del Berlingo, un vehículo que acumula en sus dos generaciones y dos décadas de vida unas ventas de 3,3 millones de unidades (de ellas 1,7 millones en su versión combi destinada a profesionales).

Para los que requieran aún más espacio decirles que el Berlingo tiene un hermano mayor, el conocido como Talla XL, que mide de largo 35 centímetros más, con lo que llega a los 4,75 metros.

Tanto el uno como el otro pueden montar (opcionalmente) siete asientos.


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