Ximo Puig es Sant Vicent Ferrer. Y Carlos Mazón es el xiquet que acaban de cocinar y al que el president va a resucitar. La profecía. García Margallo me mira, quizás no me ve, bosteza y se posa como una gacela herida de una estela mesopotámica o una cigüeña adventista del séptimo día en el campanario de la Basílica de Santa María. A los cristianos le salen muy bien las parábolas, la triple vida, los disidentes y cosas como Ángela Merkel. Que mira así en su despedida como con una frialdad de abuelita Hans y Gretel del Telón de Acero y de ladrillo de Muro de Berlín y un ai mare éste aún no me tomado el biberón a un Pablo Casado que sonriendo le chiva que Pedro Sánchez es un mentiroso. El estado de bienestar es un invento social cristiano. Amén.
Aquí se despierta García Margallo y pide de aperitivo dos banderillas de Carmen Calvo y Pablo Iglesias que estás en los cielos. Y sentencia: todo depende de si cuando Puig levante el ditet y convoque a votar sume más -seamos que quienes seamos nosotros- con los de Vox o perdáis los del PP contra todos los demás. Y con su voz de profeta afónico remata: es que ya no sé quienes somos los nuestros. Tiempo de huracanes y tifones. Cantemos al amor de nuestros amores.
Gracias a la delicadeza política de Pilar Lima -una anguila de l’Albufera cada vez mas metamorfoseada en Juan Carlos Monedero- y a pesar de la elegante exquisitez y el silencio arzobispal en la despedida de Rubén Martínez Dalmau, Mazón ya se ve como San Jorge o Zaplaneitor ensartando con su larga lanza de Longinos al Botànic y a todo el Antiguo Testamento del PPCV estilo, tipo a lo, escribamos por no ofender, Pare Camps, su raqueta y aledaños. Que son los demás. Bueno, los evangelios siempre los reescriben los traidores. La clave, como siempre, la tiene el amor condicional de la Mare de Tots els Valencians, la Vice a lo bestia y a ti te encontré en la calle Mónica Oltra.
Que es la que le escribe los discursos a Joe Biden para 20 aniversario del 11 S cuando llama a la unidad “no porque tengamos que pensar lo mismo” sino “por respeto al otro”. Vamos, lo mismo que las arrogantes declaraciones del ABC del único líder existente y sobreviviente con “visión estratégica” José María Aznar López criticando a los “líderes débiles”. Que no solo no se arrepiente sino que provoca la guerra de Madrid para que Isabel Díaz Ayuso con la excusa de merendarse a Almeida se trague a Casado. Glup. Casi nadie quiere recordar el asesinato de Neruda y Salvador Allende. Anne Hidalgo se presenta contra Macron y Marie Lepen. Inés Arrimadas espera un “hermanito” para Alex.
Aquí salta -una fallera en patinete- a la pantalla por cortesía del maestro de guionistas online, mi amigo Paco López Barrio reclamando que resucite en plena resaca de la Diada Josep Pla para que nos haga la crónica de las aventuras y neo conversión a la vida de Xavier Novell ex-obispo de Solsona bailando la sardana con el demoniet en el aeropuerto Josep Tarradellas – Barcelona - El Prat. Dels pecats del piu Déu s’en riu.
Pero espera, que uno se pierde y no sabe si está en la operación entrada o salida como la ministra Nadia Calviño que viene a València y va y provoca un 20N y recula ya tarde al descubrir que en el Levante Feliz desde los titiriteros, els lllauradors hasta Vicente Boluda y Juan Roig existe un clamor tots diguem a una veu “sense financiació no hi ha solució” visca la mare de déu. Visca el pa, visca el vi, visca la mare que ens va parir. Sr, Pirotènic pot començar la…
Rafa Burgos El Faro Impostor escribe aquí en Alicante Plaza como los ángeles músicos de las bacterias callejeras, las bayetas, del bloqueo judicial, que Paco Sanguino le recita en griego clásico la Odisea a Leila Guerriero, de la reaparición de San Fernando Simón, de la esperanza blanca popular Adrián Ballester i l’aixà de Gerard Fullana, de la mochila de la infanta Sofía y de Leti en la Feria del Libro de Madrid y del precio de la luz mientras escucha canciones de amor sefardíes y habla por teléfono con Arkano y los compañeros Pablo Serrano y Antonio Zardoya que se cruzan en Luceros. Cindy Crawdorf sigue tomando Pepsi como hace 20 años.
Ríete tú de la entrevista de Carlos Herrera al Papa Francisco -se siente por el Ondas- comparada con la que le hizo Carlos Arcaya a Luis Barcala en la SER. El todo Alicante no hace otra cosa que sacarle punta a la pieza lírica y apasionante que empezó con Luis Díaz Alperi, siguió por Sonia Castedo, la privatización del Castillo de Santa Bárbara -que no es lo del teleférico de Miguel Valor- y por ahora -tiempo y resultado- va por la santa indignación del Vox indígena más a la derecha que el mismísimo espectro bélico de Santiago Abascal El Asirio. Más trepidante y explosivo que la nueva entrega de la Casa de Papel. Barcala quiere repetir. Curro Jiménez. Enrique Ortiz. Alicante, tierra de sectas y caracoles gigantes.
Mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González tres y repique, el sonido de la estampida baja en plena tempestad las escaleras nevadas entre palabras sagradas, menhires, toros, búfalos embolados y estrellas fugaces y apenas alcanza a ver ni a Jennifer López ni Ben Affleck que justo ahora posan en la alfombra roja entre la bruma del pozo hondo. Ahí en la profundidad del significado intenso y cálido de lo que somos, fuimos y seremos. En donde reside la verdad.
El agua limpia en la que siempre nos encontramos usted y un servidor querido lector. Suena la vida al final del pasillo. Ahí arriba.
Todavía existen cuevas, amor mío.