ALICANTE (EFE). Cinco equipos de la Comunitat Valenciana, de los siete integrados en el Grupo III, comenzarán la Liga en Segunda B el próximo fin de semana con el reto de conseguir el ascenso a Segunda División en un grupo dominado por los conjuntos filiales y en el que los clubes catalanes son de nuevo mayoría.
Hasta siete equipos formativos, cuatro más que el año pasado y récord en la última década, competirán en un grupo en el que el Hércules, tras los ascensos la pasada campaña de Mallorca y Elche, parte como gran favorito al título junto al FC Barcelona B, y al que vuelve, tras varios años en Tercera, un histórico como el Castellón.
El conjunto herculano, tras las decepciones sufridas en las dos últimas temporadas, en las que ni siquiera logró clasificarse para la fase de ascenso, quiere el desquite y ha realizado una profunda remodelación de su plantilla, dirigida por el técnico joven pero con experiencia en el grupo, como Lluís Planagumà.
El Villarreal B, que ya se quedó a un solo paso del ascenso el pasado curso, y el Mestalla, tras un año de transición, son grandes aspirantes a pelear por el ascenso, a pesar que el éxito clasificatorio no es el objetivo principal de ambas formaciones.
El Deportivo Alcoyano, tras un año irregular, no parte con la vitola de favorito, pero siempre es competitivo en Segunda B y cuenta en el banquillo con un técnico como Vicente Mir, conocedor de la categoría y experto en disputar promociones.
El Castellón, tras lograr el ansiado ascenso de la mano de Sergi Escobar y despertar una ola de entusiasmo en Castalia, buscará consolidar su proyecto en la categoría sin grandes sobresaltos, pero sin renunciar a nada.
Los fichajes realizados por el club y su potencial social le obligan siempre a mirar hacia arriba y a ser tenido en cuenta como un aspirante.
El Ontinyent, tras ser la revelación del pasado campeonato, afronta su segunda temporada en la categoría, ahora con Miguel Ángel Mullor en el banquillo, con una plantilla repleta de nombres ilustres.
El objetivo es asegurar la permanencia lo antes posible para, tal y como sucedió el pasado curso, para soñar posteriormente con metas mayores.
El Atlético Levante, filial del Levante, es el otro recién ascendido de la Comunitat Valenciana y su principal objetivo es formar jugadores para el primer equipo e intentar defender una categoría que perdió hace dos temporadas.
El grupo, que cuenta con cinco clubes históricos con pasado en Primera División, como Hércules, Castellón, Sabadell, Alcoyano y Lleida, recupera a filiales tan poderosos como los del FC Barcelona o el Espanyol.
También se asoman a esta competición otros dos equipos aragoneses, además del ya clásico Ebro, como el Teruel y el Ejea, así como el Atlético Baleares, único superviviente de las islas, y el Conquense, de Castilla-La Mancha.