ORIHUELA. El Consorcio Vega Baja Sostenible se encuentra en pleno proceso de valoración de las iniciativas proyectadas para el tratamiento y la gestión de residuos en la Vega Baja. A lo largo de esta semana evalúan los planes de diversas plantas de tratamiento o podas para la comarca. Las próximas semanas parecen ser claves para conocer estas conclusiones que marquen las validaciones de los planes para la planta de podas y voluminosos en Callosa de Segura, para la planta de tratamiento de San Miguel de Salinas y la planta de podas en Pilar de la Horadada.
El visto bueno y las valoraciones de las comisiones sobre estas iniciativas privadas son algunos de los temas pendientes de resolución del Consorcio. Para ello, cinco comisiones técnicas están debatiendo y solicitando la documentación necesaria para elaborar los informes que determinarán su idoneidad, o no. Los documentos resultantes de estos estudios pretenden estar listos a la mayor brevedad posible, según apunta el presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible, Manuel Pineda.
La cinco comisiones dirimirán si los planes pueden admitirse a trámite, y, en caso afirmativo, pasarían a Pleno para su visto bueno en cada Ayuntamiento correspondiente. Desde el Consorcio aseguran que, lo más probable es que la valoración de estas plantas sea positiva. El siguiente paso sería el inicio de la redacción de las bases técnicas y del comienzo del concurso público para que las distintas empresas puedan optar a las obras.
El de la Vega Baja es el único plan zonal de residuos de la Comunitat Valenciana que no cuenta con las instalaciones necesarias para el tratamiento y la eliminación de los residuos generados. Los municipios de la Vega Baja, deban exportar sus residuos, aumentando el coste medioambiental y económico en las localidades. La comarca produce más de 200.000 toneladas de residuos al año que acaban en plantas de tratamiento en otros puntos de la provincia.
Para el Consorcio, 2019 será clave para poner en marcha todas las instalaciones posibles, así como que cada municipio incida en el reciclaje y en la recogida puerta a puerta o de otras características en referencia al residuo orgánico. Tal es así que en 2020 pueden llegar sanciones de la Unión Europea a los ayuntamientos si no se recicla, al menos, el 50% de los residuos generados.
La valoración de estas plantas serán los próximos anuncios del Consorcio para el avance de la gestión de residuos en la comarca.
Además de las plantas de San Miguel de Salinas, Pilar de la Horadada y Callosa de Segura, el Consorcio Vega Baja Sostenible ha ido salvando algunos de sus temas pendientes de tramitación. En enero consiguió la aprobación inicial de la comisión técnica sobre el proyecto de gestión de ecoparques de la Vega Baja.
Este plan aún tiene que hacer frente a trámites como la adquisición de algunas parcelas para las instalaciones fijas y la revisión técnica de otras comisiones, entre ellas, la económica. No obstante, ya pueden dibujar cómo será el entramado para la gestión de residuos de la comarca. La ubicación de casi todos los ecoparques fijos, las rutas que seguirán los móviles y los hasta 170 contenedores de que pueden llegar a 26 metros cúbicos.
Por otro lado, el servicio de ecoparque móvil, que se adquirió con una subvención de la Generalitat por valor de 150.000 euros, se adjudicó en septiembre de 2018 y entró en funcionamiento en diciembre. Su contrato salió a licitación en 2017.
El Consorcio, recientemente, presentó su plan de comunicación ambiental que tendrá lugar en los 27 municipios de la comarca en los próximos meses, con el fin de sensibilizar sobre la importancia de su colaboración en la separación en origen de los residuos. En enero, asimismo, la junta de gobierno del Consorcio Vega Baja Sostenible aprobó de manera definitiva el proyecto de gestión de la planta de transferencia del municipio de Dolores. De esta manera se dio un paso más para que se empiecen las obras de la instalación. Para ello se planteó la encomienda de gestión a la empresa pública Vaersa para que comience las labores preparatorias.