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la junta para dar luz verde al proyecto se aplaza unos días por problemas en la convocatoria

El Consorcio aprobará el 17 de enero la gestión para la planta de Dolores y rechazará las alegaciones

9/01/2019 - 

DOLORES. El Consorcio Vega Baja Sostenible aprobará, de forma definitiva, el 17 de enero, el proyecto de gestión de la planta de Dolores. A partir de entonces, también se cerrará la encomienda de gestión para la construcción. Se hará en junta del Consorcio, que estaba prevista para el 14 de enero pero que, por problemas técnicos de la convocatoria, se suspendió y se ha vuelto a convocar para días más tarde. Además, lo hará poniendo de relieve el rechazo de todas las alegaciones presentadas al plan. 

El proceso de alegaciones concluyó el día 14 de diciembre y en la próxima junta se prevé su notificación y el rechazo de todas ellas con la argumentación en contra de su admisión. Casi todas las alegaciones vienen de ayuntamientos del PP de la Vega Baja que se posicionaron en contra del plan para la planta en Dolores. Para los populares, en sus escritos, el proyecto incumplía, carecía u omitía puntos importantes para la gestión de los residuos y, además alegaron el encarecimiento de los servicios. 

El proyecto, pues, se aprobará con todas las consideraciones que la comisión técnica, compuesta por técnicos de la Generalitat Valenciana, Diputación Provincial de Alicante, Ayuntamiento de Dolores y el Consorcio Vega Baja Sostenible. La agrupación de expertos puso una serie de consideraciones que habría que incluir en el trámite de aprobación definitiva del proyecto de gestión de Vaersa. Así, se han modificado esas peticiones y será el texto que, de forma definitiva dé paso a la construcción de la primera planta de transferencia para la comarca. 

El Consorcio Vega Baja Sostenible depende actualmente de instalaciones externas de valorización para tratar los residuos urbanos de los 27 municipios de la comarca. Desde un punto de vista técnico la solución propuesta de planta de transferencia “se ajusta en su conjunto a las prescripciones de las bases técnicas”, ha indicado el máximo responsable del Consorcio.

El futuro de la planta de transferencia de Dolores da sus pasos, aunque es difícil aventurar cuándo podrían llegar a materializarse el proyecto. Desde el Consorcio de residuos de la Vega Baja afirman que "en el futuro" se tendrá que poner también en marcha la planta de la zona sur, así como toda la red de ecoparques fijos y móviles aunque sin especificar plazos. 

El proyecto

Entre los datos conocidos de este plan, en empleo: Dolores acogerá una de las instalaciones que dará empleo a 18 personas. Los puestos, ya concretados, son diversos. Para las labores de la nueva planta requerirán a una persona para la jefatura, dos puestos para administración, una persona que cubra la labor de oficial en electromecánica, siete peones y otras siete personas conductoras.

Por otra parte, los cálculos técnicos sobre el  impacto económico que creará la planta son, según calculan desde el consorcio de residuos para la Vega Baja, de 1.145.029,25 euros para el municipio dolorense. Según las previsiones serán 13 los municipios de la comarca que lleven sus residuos a esta zona de transferencia. En concreto, serán Algorfa, Almoradí, Benijófar, Catral, Daya Nueva, Daya Vieja, Dolores, Formentera del Segura, Guardamar del Segura, Los Montesinos, Rojales, San Fulgencio y Torrevieja. Esta instalación compactará los residuos de la recogida de esta zona de la comarca para su posterior traslado a las plantas de tratamiento.

La planta de transferencia de Dolores acogerá 106.907 toneladas de residuos sólidos urbanos, voluminosos, fracción orgánica de los residuos municipales y podas. Por este servicio, el municipio recibirá un euro por cada tonelada al año, lo que supondrá un total de 724.684 euros en cuatro años, en el tiempo estimado del servicio. 

La instalación que acogerá el municipio de Dolores será una nave de 685 metros cuadrados y contará con un sistema de cierre de puertas rápidas, con el objetivo de minimizar el tiempo de apertura de las mismas mediante sensores, que detectan la presencia de los camiones a la entrada y salida de la planta de transferencia.

Asimismo, planean un sistema de aspiración que extraerá el aire del interior de la nave, depurándolo a través de un biofiltro y se renovará la totalidad del aire tres veces cada hora. Además, se instalará un depósito cerrado que recibirá el lixiviado proveniente del baldeo de limpieza del pavimento de la nave y del biofiltro.

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