ORIHUELA. El pasado viernes se celebraban las votaciones para elegir a vecinas, vecinos y asociaciones como representantes en las Juntas de Distrito. Los resultados se han conocido esta semana. De entre todos los elegidos, cinco ocupan cargos en el equipo de gobierno de Orihuela como asesores. De esos, cuatro son personal de confianza de Ciudadanos y uno del Partido Popular.
En cuanto a distritos, Orihuela está formado por once y estos deben estar compuestos mediante votación por seis vecinas y vecinos, tres asociaciones o entidades civiles, y además por un presidencia que ostenta un concejal del equipo de gobierno y una vicepresidencia, o bien por un vecino o un concejal de la oposición. Son las segundas elecciones celebradas desde que en julio de 2016 se aprobara en pleno el reglamento municipal de participación ciudadana. Las primeras se celebraron en 2018, y con la nueva legislatura los vecinos son llamados de nuevo a las urnas para que elijan a sus representantes vecinales.
A las elecciones celebradas el viernes se presentaron entre todos los vecinos, nueves asesores del equipo de gobierno de Orihuela. Siete pertecen a Ciudadanos y dos al Partido Popular. De los correspondientes a Ciudadanos, han salido elegidos cuatro: Antonio Sánchez Moya, asesor del área servicios a la ciudadanía, por el distrito II, Luis Rodríguez y Domingo Gímenez, asesores del área administrativa y servicios a la ciudadanía, respectivamente, por el distrito III (casco urbano, Escorratel y Media Legua) y Ainhoa Francés, asesora de urbanismo, por el distrito IX (Correntías, La Campaneta y San Bartolomé). En el distrito III, donde ha salido como representante Rodríguez y Gímenez, no se realizó votación ya que deben postularse al menos seis candidatos.
Por parte del Partido Popular, dos asesores presentaron su candidatura pero solo ha sido elegido Jesús Salinas, persona de confianza en el área de servicios a la ciudadanía. Es uno de los seis vecinos que representa al distrito IV, que abarca también a secciones del casco urbano, Escorratel y Media Legua.
Las Junta de Distrito es una herramienta de participación para la ciudadanía en la que se debaten los temas que les atañen, un mecanimos también que permite trasladar quejas al consistorio y además, un órgano popular para decidir en qué se invierte el dinero que se le otorga. En los años anteriores, el presupuesto en cada distrito ascendía a 60.000 euros.
El reglamento no impide la participación del personal de confianza, el grupo municipal socialista reconoce que no se incluyó en la aprobación del reglamento. Aún así, y sin antecedentes en las anteriores elecciones, manifiesta que "no es ni moral ni ético porque de esta forma quieren controlar las juntas de distrito". María García, concejala socialista añade que el "asesor ya tiene un espacio dentro de su actividad política en el ayuntamiento y el vecino no, es el único espacio que tiene para informarse, trasladar críticas y participar". Considera que con la presencia de personal a sueldo y elegido a dedo por unas siglas políticas, las quejas y las votaciones van a estar condicionadas. Por eso, el PSOE va a presentar alegaciones ante lo que califican como "sistema caciquil".