Las cigarras o chicharras son un insecto que destaca por el sonido que emiten los machos para atraer a las hembras en época estival.
ALICANTE. En verano, durante las horas con las temperaturas más altas, hay un canto que resulta familiar: el de las cigarras. Estos insectos alados emiten su sonido característico cuando las temperaturas son más altas. El objetivo de este coro de zumbidos es atraer a las hembras. Y la explicación es muy sencilla: necesitan llamar la atención, ya que su etapa adulta es muy corta. El canto tiene el objetivo de atraer a las hembras y perpetuar la especie.
En España también se conoce a las cigarras con el nombre de chicharras, pertenecen a la familia Cicadidae y existen unas 3.000 especies. Todas ellas son populares en el mundo por su particular banda sonora. Se trata de un insecto alado de gran tamaño, que puede llegar a medir hasta seis centímetros. Sin embargo, a pesar de su tamaño, se camufla perfectamente en parques y jardines, camuflándose entre las ramas de los árboles.
La fase adulta de las cigarras es muy corta en comparación con las de las crías. En ese corto periodo de tiempo -entre dos semanas y un mes-, el macho tiene que asegurarse de poder atraer a la hembra para realizar la cópula, con el objetivo de asegurar la supervivencia de la especie.
El canto de las chicharras se produce cuando los machos hacen sonar su abdomen. El conjunto de membranas que lo forman, llamado tímbalo, contiene una especie de sacos con aire que funcionan como cajas de resonancia. El zumbido que emiten puede llegar a los 86 hercios (Hz). La frecuencia de su vibración o canto se caracteriza por tener una frecuencia de onda grave y un volumen alto. Todo ello con la finalidad de reproducirse durante su corta edad adulta.
Asimismo, el canto guarda una estrecha relación con el calor. Cuanto más suben las temperaturas, más suena el cantar de la chicharra. El biólogo de Lokímica Agustín Cordobés apunta que, aunque científicamente no está demostrada la relación, “durante las horas de mayor calor, hay menor actividad de depredadores y estos insectos pueden llamar menos la atención, entre otras posibilidades”.
Las cigarras también destacan por su longevidad. Algunas especies en Estados Unidos (EUA) pueden vivir hasta 17 años. De este lapso de tiempo, prácticamente la totalidad se encuentran bajo tierra en la fase de ninfa, la etapa inmadura de este insecto. Llegado el momento, todos los insectos emergen a la vez, el mismo día, y suben a los árboles para completar su transformación y pasar de crías a adultos.
