ALICANTE. Laboratorios Lokímica se encarga de controlar la población de aves en numerosas ciudades de España. En este ámbito, la cetrería supone una estrategia sostenible que ayuda a disuadir la población de palomas, tórtolas o gaviotas en los núcleos urbanos. Mediante el uso de águilas o halcones, y gracias a las habilidades de sus cetreros, se consigue reducir el número de incidencias causadas por estas aves y mejorar la salud pública de la ciudadanía.
De hecho, se trata de tratamientos muy controlados y que suponen un control natural. La cetrería es ideal para actuar en escenarios con elevadas poblaciones de estas aves, como pueden ser estaciones de tren o aeropuertos, zonas de difícil acceso donde anidan, como edificios históricos o castillos, y grandes espacios abiertos donde tienen acceso a alimento, como pueden ser los centros comerciales de las ciudades.
Por sus características, la cetrería supone una herramienta ideal para el control de aves en los núcleos urbanos, que complementa a otras estrategias que usa Lokímica. En este sentido, los biólogos de la corporación destacan que "la cetrería es un método natural, ya que introducimos a los depredadores de las aves que se han convertido en plagas, precisamente por no tener un control de su población, y equilibramos de nuevo el número de estas en nuestras ciudades". Así, "con la simple presencia de halcones o águilas, conseguimos ahuyentar a las aves, por ejemplo, que sienten miedo y se dispersan, a través de vigilancia y vuelos disuasorios, sin necesidad de que las rapaces ataquen".
Por su parte, las aves rapaces aprenden a comportarse así durante el adiestramiento, cuando los cetreros premian positivamente cada vez que ahuyentan a otras especies sin atacarlas. Mantenerlas en condiciones físicas óptimas es imprescindible para que puedan cumplir su función, similar al mantenimiento de los atletas, que necesitan estar en la mejor forma para cumplir con su cometido.
El uso de la cetrería demuestra una gran efectividad a corto y largo plazo. En poco tiempo consigue reducir la presencia de aves en un 70 % o 80 %, limitando su presencia a determinadas horas del día y acabando con la población estable. Para ello se combina un primer tratamiento de choque, donde la rapaz vuela con más asiduidad, con un periodo posterior de mantenimiento.
El control de avifauna en lugares donde hay una gran población de aves es largo y requiere un seguimiento continuo. Se trata de una técnica natural que imita los procesos que se dan entre las diferentes especies en el medio ambiente.
Así, queda claro que un adecuado control de avifauna es necesario y beneficioso para la población que habita en nuestras ciudades.