César Sánchez, el Zidane del PP de Alicante, estará en el 'núcleo duro' de Casado y marca territorio

ALICANTE. César Sánchez Pérez es, con el organigrama en la mano, el hombre de Pablo Casado en la provincia de Alicante. El también presidente de la Diputación lo ha vuelto a conseguir, como Zidane con las Champions del Madrid: pese a apostar por María Dolores de Cospedal, que quedó la tercera en las votaciones entre los militantes del pasado 5 de julio, el también alcalde de Calp se convierte en el referente de la dirección nacional en la provincia de Alicante, todo un mensaje para José Císcar y los hombres  y mujeres que apoyaron a Soraya Sáenz de Santamaría.

Está claro que la alianza entre Casado y Cospedal ha sido fundamental para que Sánchez retenga su despacho en Génova -hasta ahora era secretario de Formación-, pero es que además ha sido incluido en el organigrama dentro del área de Organización que dirige Javier Maroto, una de las más importante del partido a nivel interno. De esta manera, Sánchez deberá mantener la dedicación que hasta ahora le ocupaba el partido; es decir, tener que acudir a todas las reuniones de los lunes en la sede de Génova. Su entorno esperaba coger un respiro y poder disponer de más tiempo, pero la designación le confirma como hombre fuerte y, por tanto, a disposición de Casado. Deberá multiplicarse, sobre todo, en los meses previos a la campaña electoral y la gestión en la institución provincial, el Ayuntamiento de Calp y el partido

El otro hombre fuerte será, como es sabido, Pablo Ruz, que forma parte de la Junta Directiva Nacional. Ruz mantiene una relación muy estrecha con Casado por la vinculación del presidente nacional del PP con Elche, pues la mujer de Casado, Isabel Torres Orts, es hija de un conocido empresario ilicitano, y además veranean en Santa Pola. César Sánchez, Pablo Ruz y el diputado provincial Adrián Ballester, también mantienen una excelente relación con el nuevo secretario general, Teodoro García Egea. Aunque Sánchez sigue en Génova, el PP de Alicante tiene nuevos interlocutores y, lo que es más importante, nuevos referentes.