CASTALLA. El Ayuntamiento de Castalla quiere unas calles más limpias y por eso, desde la Concejalía de Medio Ambiente se pone en marcha la campaña ‘Castalla neta’. Esta acción, que se llevará a cabo del 21 de enero al 5 de febrero en una primera fase, consistirá en concienciar a los dueños de perros de la necesidad de retirar de la calle los excrementos de sus mascotas, así como tirar un poco de agua sobre la orina de las mismas para evitar daños en el mobiliario urbano, árboles, propiedad privada, etc.
La concejala de Medio Ambiente, Magda Berenguer, y la educadora ambiental del área han explicado que la campaña se pondrá en marcha el día 21, aprovechando las celebraciones de San Antón, en la casa de cultura. “Contaremos con la presencia de Rafael Heredia, entrenador canino, quien realizará una pequeña charla sobre tenencia responsable de perros seguida de una práctica con ejercicios y juegos para nuestras mascotas”. La edil ha precisado que esta actividad está destinada al público en general para que acuda con sus perros.
El mismo día 21, desde la Concejalía de Medio Ambiente se instalará un puesto informativo en el exterior de la casa de cultura donde también se repartirán distintos elementos promocionales útiles para los dueños de mascotas, puesto que volverá a colocarse el día 27 en el mercado semanal. “Al margen de las acciones de calle, desarrollaremos la campaña a través de las redes sociales del Ayuntamiento de Castalla con distintos mensajes destinados a la concienciación”, ha afirmado la concejala, quien ha indicado que, en la segunda fase, del 5 al 18 de febrero, contará con la colaboración de la Policía Local que intensificará la vigilancia y las sanciones a quienes no cumplan con la normativa.
Castalla cuenta con una Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana que en el artículo 18 especifica la prohibición de ensuciar vías públicas o cualquier lugar destinado al tránsito o esparcimiento de la ciudadanía con deposiciones fecales de perros, como también prohíbe que se permita al animal miccionar en fachadas de edificios o en el mobiliario urbano. También está prohibido depositar las defecaciones de los animales fuera de los lugares destinados a tal fin.
“Pese a todo, a diario vemos que hay quien no cumple, y ese comportamiento incívico genera malestar vecinal, da una mala imagen de nuestro municipio y afecta directamente a la salud de los vecinos por los riesgos de las enfermedades que se pueden transmitir a través de las heces”, explica la responsable municipal de Medio Ambiente, quien añade que para atajar este problema solamente hace falta que cada persona recoja las cacas y que tire un poco de agua sobre el pipí de los perros. Al mismo tiempo, Berenguer recuerda que Castalla cuenta con un área zonal de esparcimiento canino en el Parque La Llauria donde pueden jugar y socializar con otras mascotas y se está estudiando la posibilidad de instalar pipicanes en otras zonas del pueblo.