En uno de los cinco ramales del caso Azud, que apunta a mordidas importantes del PSPV-PSOE, también del PP, se han detectado 2,5 millones de presunto trinque a propósito de la adjudicación de las obras del trasvase Júcar-Vinalopó. Fue entre 2006 y 2007, cuando Rodríguez Zapatero presidía en el Gobierno de la nación y Joan Ignasi Pla optaba por segunda vez a la Presidencia de la Generalitat con escaso éxito (ganó Francisco Camps). En el centro de la mordida, presunta, para financiar la campaña de Pla se encontraban dos de los grandes hacedores del caso Azud: Pepe Cataluña, responsable de finanzas del PSPV-PSOE, y el empresario Jaime Febrer, el mismo que tiene como abogado defensor al ex portavoz socialista en Les Corts, Manolo Mata. Socialismo de pata negra.
Eran los años locos de la corrupción en los que casi todo valía, esos mismos años en los que el PP al frente del Gobierno de la Generalitat se enfangó hasta las cejas en el arte de pedir dinero a las empresas casi por respirar. O simplemente se lo embolsaba a costa de falsos hospitales en Haití, es un ejemplo (Rafael Blasco); o cacerías tóxicas para que el conseller de turno (Serafín Castellano) adjudicara cosas a determinado empresario; muy de Berlanga, muy de La Escopeta Nacional. O el clan de los Cotino, con sobrecostes hasta en la instalación de los retretes de la visita a València del Papa polaco....O lo que estamos sabiendo desde hace un par de años de Eduardo Zaplana. O.
Traigo a colación el caso Azud, que cuenta con cinco sub-tramas, no con la pueril intención de hacer una comparativa entre los dos grandes partidos, PP y PSPV-PSOE, sino para constatar la profunda merdé en la que ha estado sumergida la Comunidad Valenciana en lo que concierne a corrupción y de la que muchos, muchísimos políticos, se han olvidado con una pasmosa facilidad, presos de una amnesia consciente, a veces insultante. No sé sinceramente donde colocar en este contexto el cártel de Francis Puig, hermano del president, y los contratos con la televisión autonómica, asunto por el que ya padeció una sanción administrativa . ¿Se aprovecha don Francis o todo es una campaña histriónica de la derecha?
Trasvase Júcar-Vinalopó, 2,5 millones de pelotazo espurio y presunto. Ahora va y resulta que los delitos están prescritos, que en 2006/2007 no existía la figura de financiación irregular de los partidos ya que la misma se incorporó al código penal en 2015. Y que la única vía de continuidad, complejísima, es la del cohecho (soborno). Pues se me ponen los pelos de punta porque ello quiere decir que en el citado periodo había cierto contexto jurídico, y muchísimo contexto político, de discoteca y libertad. Barra libre. Barros y lodazales.
Desconozco si las cosas han cambiado en pedir mordidas a cambio de adjudicaciones de servicios y obras públicas. Por lo menos ya no se escucha nada de eso. Con lo cual hay dos hipótesis: se sigue haciendo bajo sepulcrales silencios; o ya no se hace. Ahora te juegas el puesto (se juegan) por un mero fraccionamiento de contratos. O por cobrar de inspector médico durante años sin acudir a trabajar. Es decir, tal vez hayamos pasado de la corrupción dura, llevarse “propinas” hasta de los urinarios de la visita papal, a la corrupción de baja intensidad como por ejemplo colocar a amigos del partido, parientes al fin y al cabo, en puestos super-bien remunerados. Sigue faltando ética: y mucha estética. El nepotismo es corrupción chunga.
Demagogia. Vamos a bajar el tramo autonómico del IRPF, Ximo Puig, hasta rentas de 65.000 euros, que es lo que más o menos cobra él (la mitad, grosso modo de lo que cobra un presidente de diputación). Bajadas progresivas: quien más tiene más paga. Bien. ¿Por qué nadie, con el PP al frente, propone adelgazar la Administración de parásitos y enchufados de medio pelo? Porque eso es el chocolate del loro, dirán. Mucho chocolate veo yo. ¿Por qué nadie planea incentivos para los funcionarios más currantes y eficaces? Tabú. ¿Por qué en plena era de la innovación digital te puedes volver literalmente majara para realizar casi cualquier trámite con las administraciones públicas? El misterio del mismísimo misterio. Esto también es una suerte de corrupción: el vuelva usted mañana del que nunca acabamos de salir.
CODA: El Gobierno de la nación, Pedro Sánchez, en compañía de la ministra Teresa Rivera, habían prometido un pastizal de ayudas para la instalación en Sagunto de una giga-factoría para coches eléctricos de Seat/Volskwagen: 3.000 puestos de trabajo. Las ayudas estatales, a cuenta de los fondos europeos, se han quedado reducidas a menos de cuarto y mitad y la multinacional del automóvil amaga con tirar la toalla. Ximo Puig, a los pies de los caballos. Y los puestos de trabajo, lo importante, con serio riesgo de evaporarse en un sumidero peligroso: el del cuento de la lechera. Ojalá me equivoque. Ojalá.