Estimados socialistas:
Escribo estas líneas, no por intereses partidistas o electoralistas, sino por convicción. Por todos es sabido que Pedro Sánchez al fin gobernara gracias a los secesionistas, a los filo-terroristas, y a todos los que anhelan con destruir nuestro sistema, la democracia que hace posible su propia representación en las instituciones. Como he dicho en alguna otra ocasión, pese a que mi alma es liberal, una parte de la esencia que la conforma también es socialista. Porque la socialdemocracia tuvo su importancia en el siglo XX, cuando todavía existían múltiples derechos y libertades por las que luchar en un ambiente desigual y bélico, pero en los nuevos años 20, estos que acabamos de empezar, el socialismo carece de utilidad si no se sazona con grandes dosis de libertad individual para ampliar de facultades esas garantías conquistadas. En fin, que me voy por los cedros de Úbeda -lugar seguramente visitado por Pedro Sánchez y su Falcon-. Vamos al lio.
Follón, el que tiene precisamente el presidente del Gobierno en la cabeza. Un caos, que amenaza con hacer de España un país desunido, caótico, y fallido del mismo modo que lo son otros Estados a los que tienen como referente sus amigos de Podemos como es el caso de Bolivia y sus nacionalidades ingobernables. Un conjunto de países, o lo que quiera ser ese engendro o sucedáneo de patrias, que acecha nuestra democracia más que nunca. Ha montado tal circo, que ahora desde Cataluña, hasta País Vasco y pasando por Galicia, tenemos a colectivos pidiendo mesas de diálogo para pedir una reestructuración o soberanía. Cada uno de los pactos que ha cerrado el señor Sánchez con los secesionistas, es un cheque en blanco para los deseos emancipadores de los que quieren romper la unidad, y una bandeja de plata en la que servir la cabeza de nuestra España. El otro día, al leer detenidamente las 12 medidas conjuntas aprobadas entre el PNV y el PSOE, tenía que frotarme los ojos para reafirmar que estaba en vigilia y no soñando. Disposiciones, en las que se pone como relieve la participación del País Vasco en las competiciones deportivas europeas, - ¿se imaginan un España-Euskadi en la Eurocopa? -, o pleno derecho de información sobre las medidas a tomar por parte del ejecutivo central. En otras palabras, el PNV manda, el PSOE obedece. Porque sin más dilación, lo que ha hecho el Presidente, es bajarse los pantalones ante las demandas de sus socios. ¿Saben que va a haber una consulta popular en Cataluña para decidir el futuro político de la región? Si, una especie de cuasi referéndum. Ya sabemos que los políticos son expertos en el arte de inventarse términos para que las cosas no parezcan lo que son. Al recorte lo llaman ajuste, a la subida de impuestos la bautizan como redistribución…
Los acontecimientos que estamos viviendo, y los que vamos a contemplar en los próximos compases, no tienen parangón. Jamás, un político había puesto sus intereses personales por encima de la nación de manera tan flagrante como lo estamos viendo ahora. Quizá por eso, muchos dirigentes socialistas, entre ellos Alfonso Guerra o Felipe González-, como conocía este último las ansias de poder de Sánchez cuando forzó su defenestración del partido…-, barones, y otros votantes han puesto el grito en el cielo al comprobar el modus operandi de su cabecilla.
Del mismo modo que miles y miles de españoles nos reunimos en Colón para intentar desalojar a Sánchez, -y lo hubiéramos hecho si los incrédulos no hubieran acudido en masa a las urnas para votar a Sánchez y evitar que Vox gobernará mientras el filo terrorista Arnaldo Otegui conseguía grupo parlamentario propio con Bildu-, los socialistas descontentos con la estrategia seguida por su líder deben hacer lo propio y manifestar su preocupación y desconcierto en las plazas, en las calles… Cualquier sitio se queda pequeño cuando lo que esta en juego es nuestra democracia, nuestra libertad. ¿Acaso no recuerdan que ERC es el mismo partido al que pertenece Roger Torrent, ese President del Parlament de Catalunya que censura una y otra vez a los partidos constitucionalistas en el hemiciclo? ¿No saben que Podemos, este partido liderado por el nuevo vicepresidente del Gobierno es una formación que veta a periodistas en sus actos o intervenciones? ¿De verdad creen que estos van a proteger nuestros derechos y libertades más que los radicales de Vox? Son el mismo perro con distinto collar… Ya es hora de que se den cuenta. Al igual de que es momento de que despierten del letargo, y se conciencien de que ni Esquerra es de izquierdas, ni Podemos comunista, su única vocación es romper con lo establecido.
Socialistas, no se callen, porque el silencio de los buenos es la victoria de los malos. No cerraron la boca durante el franquismo… ¿Van a hacerlo ahora? No le den la razón a Rosa Díez con vuestros actos, la que os comparó con los alemanes que se quedaron en silencio durante el exterminio nazi, y griten por su libertad dignidad, levanten la voz contra los que pretenden aniquilar España, este país por el que tanto luchó el PSOE.
¡Viva la libertad!
Atentamente, Jorge Brugos Martínez