ciudadana / OPINIÓN

Amigos del Sudeste

5/01/2020 - 

El otro día comí con mi amigo Enrique Martín; teníamos pendiente un encuentro desde agosto pero las respectivas agendas nos lo había impedido hasta la víspera de Nochebuena. Enrique acudió elegante, risueño y con ganas de conversar. Es un hombre fuera de lo común, nada le achica, lleno de coraje, nadie le acalla. Tiene el lujo de decir lo que piensa en cada momento. La valentía es un valor que sólo se pueden permitir ciertas personas que son independientes en el ámbito  económico y laboral. Enrique ha sido presidente de Terciario Avanzado y también de COEPA. Le falta dedicarse a la política activa. Tiene despacho profesional, IBIDEM, en su ciudad, Elche, y también en Murcia, y además colabora con diversas causas. También es columnista en el diario El Mundo. Escribe como habla y como piensa, sin pelos en la lengua. A veces después de leer sus columnas le mando un WhatsApp para decirle que es un pelín 'bruto'. Yo creo que se lo toma como un halago más que como una crítica. Es de los que piensan que hay que ir por la vida dejando rastro, siendo ciudadanos activos, y en eso me siento identificada con él.

Enrique no habla como el resto de los mortales, tiene una riqueza de léxico envidiable, domina la historia, el latín, la poesía, la narrativa... tenía que haber sido escritor, haría la competencia a Arturo Pérez Reverte.

Enrique aprovechó para contarme un proyecto del que está totalmente convencido, la necesidad de un frente común entre Almería, Murcia y Alicante. Sería algo así como la creación de un lobby “Levantino” que hoy no existe políticamente. Durante la Transición parece que hubo un momento en que alguien pensó que estas tres provincias podían haber conformado la región del Levante pero al final no cuajó. La provincia de Alicante y sobre todo el Sur queda muy lejos de Valencia y del centro de decisión política. Murcia como Comunidad uni-provincial pierde potencial en el conjunto del Estado y Almería no es idéntica al resto de provincias de la comunidad andaluza. Ya durante el proceso  de conformación de la Comunidad Autónoma esta provincia expresó su rechazo al referéndum necesario para seguir la vía rápida y la falta de quórum tuvo que ser salvada mediante ley por la vía del 144 de la Constitución.

El pretendido grupo de presión debería ser capaz de poner en valor todo lo que une a las tres provincias y expresar las necesidades conjuntas. Carecemos de conexiones rápidas. Compartimos la necesidad de defender a nuestro agricultores, la urgencia de recibir grandes inversiones, el enfado de que a Elche y la comarca no lleguen inversiones-regalo como llega a otros sitios.

El proyecto en el que piensa mi amigo es la creación de una gran alianza Almería-Murcia-Alicante, que defienda los intereses de estos territorios y sus ciudadanos allá donde se decide. ¿Cómo? A través de la presión de la sociedad civil al estilo de las Sociedades Económicas de Amigos del País. Una vez que la sociedad lo demande existirían dos posibles vías de conquista política. Una más radical, sería la seguida por los leoneses hace unos días, de iniciar el proceso de una nueva Comunidad Autónoma. Otra vía menos revolucionaria podría consistir en que los diputados y senadores de las tres provincias se unieran en las Cortes (Congreso y Senado) no por partidos políticos sino por afinidad representativa de esta zona geográfica.

La provincia de Murcia cuenta con 10 diputados en el Congreso y 4 senadores

La provincia de Almería, con 6 diputados y 4 senadores.

La provincia de Alicante con 12 diputados y 4 senadores.

¿Se imaginan el ruido que pueden hacer 28 diputados en el Congreso y 12 senadores en la cámara alta defendiendo los intereses territoriales de la imaginaria región levantina?

Esta segunda fórmula necesitaría algún cambio legislativo sobre todo del Reglamento del Congreso que actualmente obliga a los diputados a adscribirse por grupo político, pero se trata de una reforma asequible.

Me chivan que existe más de un expresidente de Comunidad Autónoma involucrado en el proyecto que a mi también me parece ilusionante.

Y a ustedes, ¿qué les parece?

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