Han sido 66 días los que ha tardado el PP de Elche en ejecutar la prometida eliminación del carril bici de Juan Carlos I. A veces no es necesario que pasen 100 días para que un nuevo gobierno local pueda mostrar el talante que va a marcar un estilo de gobierno durante el resto de mandato.
En política, querer presumir de ser un partido que cumple con el programa tiene sus pros y sus contras, pues siempre dependerá de la urgencia, alcance, afectación y momento de la medida a cumplir. Y el caso de la eliminación del carril/es bici parece que, conforme pasan los días, se le está volviendo en contra al nuevo alcalde.
Querer utilizar y forzar la interpretación del texto de un informe de la policía municipal, no vinculante y cuestionable en su argumento, para esconder otros motivos particulares de dicho empecinamiento de destrucción de esa via ciclista segregada y por lo tanto prevista de seguridad para las personas que usamos la bici, puede ser contraproducente pues, no es un secreto que, en Elche, todo se acaba sabiendo. Repetir insistentemente y de forma manida palabras como inseguridad, accidentes, puntos negros, etc... no llega a ser tan convincente como los intereses particulares que siempre han existido justo en ese tramo de la avenida de Juan Carlos I.
De la noche a la mañana, una persona que llegue en bici a esa avenida, se encontrará sin ningún cartel explicativo de por dónde ha de circular, a partir de ahora, le toca encomendarse a la providencia y salir a compartir asfalto con el resto de vehículos a motor y jugarse su integridad física, pues nos siguen intentando convencer de que el carril bici era peligrosísimo. Acuñarle el término ‘ciclocalles’(término que no aparece en nuestra Ordenanza Reguladora de la Movilidad Sostenible dentro del Término Municipal de Elche) a las alternativas planteadas, por el concejal, llega a ser una broma de mal gusto, que roza casi lo insultante, pues es volver a convivir coches, camiones y motos con las bicis, sabiendo la indefensión de las bicis, en especial la de las generaciones más jóvenes a las que tenemos la obligación de enseñar en valores sostenibles, seguros y saludables.
Querer aparentar que eres un partido que apuesta por los carriles bici, la agenda 2030, la descontaminación del aire y del desarrollo de una ciudad más habitable para las personas, y menos para los tubos de escape y del ruido, requiere gestos diarios y actos que vayan definiendo ese estilo. Que el concejal de movilidad de Elche todavía no se haya presentado ni haya dado signos de vida en la Mesa de Movilidad (que ha venido funcionando regularmente desde noviembre de 2015 hasta ahora, con el anterior Gobierno Municipal) de la ciudad, es un dato que pone una alerta muy grave. Y más cuando esta mesa de participación de muchos colectivos y organizaciones plurales de la ciudad estaba siendo crucial para debatir, reflexionar y orientar la política de movilidad del municipio. Si te vas a cargar una medida tan importante como un carril bici qué menos que sentar a la mesa donde fue debatida y compartida. Seguramente en dicha reunión, con mayor o menor facilidad, se hubieran concretado algunas alternativas, antes que resolverlo autoritariamente y dejando una parte céntrica de Elche sin conexión ciclista con el barrio de Altabix y la Ciudad Deportiva, y con mucho mayor riesgo para las personas.
Y es que, observando la historia reciente, la apuesta del Partido Popular por los órganos y mesas de participación, con la ciudadanía, nunca ha sido su especialidad ni devoción: como bien dice la página web www.elche.es la mesa de movilidad de Elche se creó ya en 2009, pero tuvo un casual y repentino parón de actividad de 4 años, desde 2011-2015, casualmente en el otro mandato del PP, estando al frente Mercedes Alonso.
Cuatro años le resta al PP, encabezado por Pablo Ruz, para poder cambiar de rumbo y no someterse a las exigencias de un partido que le ha puesto ahí como alcalde, muchas de ellas que, como esta del carril bici, son un retroceso de la salud, bienestar y avance social de toda la ciudadanía, no solo la ilicitana. En su mano tiene el nuevo alcalde de cambiar de un estilo autoritario a uno de participación ciudadana y, tal como prometió, gobernar para todos, y pasar de gobernar para el pueblo, a gobernar, acorde con los nuevos tiempos, también con el pueblo.
Juan Pascual, representante de CCOO en la Mesa de Movilidad del Ayuntamiento de Elche.