Carola Rackete

Eduardo Zaplana camina impecablemente desvestido por la playa. Repite la toma hasta que la directora de la agencia grita “¡ya lo tenemos!”. Branding. Eduardo se sube a la limousina dirección al Ian’s Restaurant, realmente está pensando qué gobierno hubiera formado en Bruselas, Madrid, Alicante y en València y no por ese orden. Que los españoles son los que más se masturban, que ya llega el verano y piensa, como Bruno Lomas, que toca bailar hasta caer rendido. Y ante todo y como siempre, en la multiplicación de los peces y títeres de su dinero, en las tres palancas de su renacido poder: Vox, C’s y el PP post Bonig. Zaplana ha vuelto a primera línea a que le besen la mano, en la oscuridad del reservado de El padrino. Pronto aparecerán las primeras cabezas de caballo envueltas en el diario de pasado mañana. Óscar y Angie ahogados en Río Bravo humillan a un Trump que manda sentar en Osaka a Pedro Sánchez en su pupitre. Xin Ping es el verdadero ganador de la creciente ChinoEsfera. Nadie respeta la intimidad de Merkel. Los nuevos concejales d’Elx se reinventan el beso colectivista soviético. Leonor de Borbón interpreta con notable éxito el papel Fane Dunaway de la Milady de Winter de Los Tres Mosqueteros de Alexander Dumas en la función final de su colegio Nuestra Señora de los Rosales. Felipe VI mira, pero no ve. Letizia Ortiz ya ha huido. Al campamento de verano de compras en USA.

Destruyamos la Plaza de los Luceros. Luis Barcala es el espía del Cardenal Richelieu al que perdonamos rasgar, romper y destruir el disco duro de la verdadera historia de Génova y la de los falsos caballos postmodernistas de Alicante. El alcalde es incapaz de tomar la decisión: cambiar el punto de la disparà de la mascletà. El Arzobispado anuncia la conservación de la Santa Reliquia bajo la protección las Monjas de la Sangre. Nadie repregunta el por qué de la expulsión de las Clarisas -Descalzas o no- de la alquería municipal. Ahora, en maitines, es cuando Barcala siente la fuerza del Cantueso Oro en lo más profundo  de su garganta todavía inmatriculada. Mari Carmen De España es la custodia perpetua de la Santa Faz. Manolo Jiménez, recaudador de la limosna.

Albert Rivera, ante la rebelión interior y exterior, rompe la hora al pronosticar  en  The New York Times que no habrá gobierno en julio y sí elecciones en otoño. Steve Adler, el ex batería de los Guns N’Roses se apuñala el estómago. Santiago Abascal da a luz los papeles sagrados de los pactos secretos de la “derechita cobarde”. Pablo Casado, arruinará, mañana lunes en Faes,  definitivamente, su carrera. Cayetana Álvarez de Toledo es un cuervo aristócrata arriba de una jirafa sobrevolando a Aznar, el  poder del grupo parlamentario popular, el  futuro próximo de la derecha española. Alfonso Rus sigue -el confesor de María José Catalá- en silencio contando el dinero. Cuando ya hace 50 años comenzaron los disturbios de Stonewall los Wong lllevaban ya 5 años vendiendo felicidad en McNult’s Tea&Cofeee. Joan Ribó y Sandra Gómez desde el cap i casal, están retrasando la puesta en marcha del Consell, el acabado del Botànic II. Orgullo. Jactancia. El bacalao, en estado crítico en el Mar del Norte.

Mónica Oltra, impercetiblemente, menea los labios mientras Rubén Martínez, el señorito de Podem, contribuye al vacío institucional. Carolina Punset es nuestra embajadora en la pueblerina guerra iliberal de Europa. El president es un santo varón. Envida la falta. Recemos por su alma. Y por su sucesión. Amén. Borrell dimite contribuyendo a la bajada de tensión ambiental. La verdad es que a Pedro Sánchez con los guapo que me es, no le salen las cuentas sin los 42 votos de pura soberbia -o supervivencia- de Pablo Iglesias. Tampoco ayudan ni la ternura ni la vanidad de Irene Montero. Aunque uno se niega a prestarse al machismo intelectual de presentarla a ella, a Rocío Monasterio de Vox, a Malú o Begoña Gómez Cuartero como las “Yoko Ono de la España” post bolso de Soraya Sáenz de Santamaría. Dos meses de la espantà de Rajoy. 24 meses sin gobierno. 7.000 palmeras incendiadas en el Camp d’Elx. Los españoles, amustiados, damos síntomas de cansancio. He tardado exactamente setecientas cuatro palabras en escribir que hace calor. 

Empar Marco bucea en bañador monocolor alrededor del bou ferrer enredada  a ras de arena en el plástico de su futuro. Ya se escribe hasta en Barcelona de la caza del veterano en À Punt. Manuel Alcaraz Huawei declara que quiere ser lector. Me llama Ximo Puig. Quedamos en el Meliá. Me tiembla el teclado.

He acudido a las Fuentes Sagradas, a presciptores y entomólogos de la lideresa y filóloga Mari Carmen Sánchez. He consultado a los principales ciudadanólogos celestiales y nadie me ha dado una razón clara y precisa de la renuncia de la lideresa de Ciudadanos al poder en el ayuntamiento de Alicante y la Diputación. Los más, hablan de postureo, celos e hipersexualización de Toni Cantó, el Otegi de C’s del Pais Valencià. Todos me preguntan quién manda y ordena Alicante. Sólo existe un alcalde-portavoz Barcala verdadero. Paco Sanguino anuncia que se afilia al PSPV-PSOE el próximo miércoles. Acude a misa y lee en voz alta este artículo en familia. Piensa en Sor Juan Inés de la Cruz, en Francis Bacon y en la importancia del saber científico. Sigue en silencio su camino hacia la Santificación. Esperemos que en vida.  Carola Rackete, capitana del Sea Watch 3 planta cara al fascista Matteo Salvini.

Estoy aislado en la cueva. Hace mucho frio. Soledad. Suena el teléfono de mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González. Instantes después, todo sigue a oscuras. En silencio absoluto.