Las candidaturas de los socialistas Vicente Arques y Andreu Verdú sobreviven sin primarias 

MARINA BAIXA. Llega la primera criba para ser candidatos del PSOE a la alcaldía de los municipios de más de 20.000 habitantes en la Comunitat Valenciana. En las localidades en las que gobiernan los socialistas tenían hasta el 15 de septiembre para que sus actuales líderes comunicaran si querían optar a la reelección. Al mismo tiempo, se tenían que solicitar las primarias para disputar el 'trono'. Pero en la comarca de la Marina Baixa se han respetado los liderazgos. Una vez transcurrido este tiempo, tanto en l'Alfàs del Pi como la Vila Joiosa seguirán sus actuales gobernantes.

Por primera vez, Andreu Verdú tendrá un camino tranquilo dentro de su partido de la Vila. Desde que se presentara por primera vez en 2015 se ha tenido que ir enfrentando a otro candidato. En 2015 el puesto se debatió con el secretario general del partido por aquel entonces, Marco Antonio Vidal, al que superó de manera ajustada con un 52,4% de los votos. Cuatro años después, y ya como alcalde, fue el concejal de su gobierno, Joan Lloret, el que entró en el duelo. 

Sin embargo, Verdú volvió a ganar por la mínima, con solo dos votos de diferencia, y salió también como la fuerza más votada en las elecciones municipales que le revalidaron el cargo por otros cuatro años. Precisamente, estos combates internos en el partido local hacían sobrevolar la idea de que el jueves se confirmara que había un segundo que quería iniciar primarias. Pero estas elecciones el socialista tendrá un camino de rosas, al menos dentro del PSPV-PSOE de cara a las elecciones municipales.

Lo cierto es que Verdú tiene en su historial haber devuelto a la localidad el gobierno a la izquierda después de siete años y vaivenes con mociones de censura que les hicieron perder el mandato. La mayoría absoluta del PP ya no está. Pero la situación sigue siendo ajustada. En las dos legislaturas se ha valido de pactos con otros partidos para conseguir el poder. De los cinco concejales con los que partían en las elecciones de 2011, cuatro años después obtuvo seis, los mismos que el PP. Por ello, firmó un pacto con Gent Per la Vila, del ex popular  Pedro Alemany, y Esquerra Unida. 

En 2019 mejoró resultados, imponiéndose con ocho concejales, aunque seguía en minoría frente a los 21 ediles en total. Así que volvió a alcanzar un acuerdo con Alemany y Compromís. Once sobre los 10 de PP (6) y Cs (4). Después de varias mociones en las que han mostrado sus disconformidades en algunos temas entre los tres partidos, la trayectoria avala que existe cierto balance en favor de seguir en el gobierno local.

Más seguro es el camino de Arques en l'Alfàs del Pi. El socialista ganó las elecciones por primera vez en 2007 y sigue en el poder después de haber sido la lista más votada cuatro veces. Como en el caso anterior, el líder socialista le devolvió el poder al partido después de que en 2003 ganara por primera vez las elecciones el PP desde los primeros comicios después de la dictadura de Francisco Franco. 

Una vez quedan claros los número uno de estos dos municipios de la Marina Baixa, se espera que la semana que viene Altea y Benidorm comiencen sus carreras por elegir al suyo. De momento, en la capital turística, si no hay sorpresas de última hora, habrá primarias al menos con dos nombres: la actual secretaria general y concejal en la oposición, Cristina Escoda, y el actual portavoz del grupo municipal y candidato en 2019, Rubén Martínez.