Cuestionario fetichista para conocer a los agitadores culturales.
El Cuestionario:
- ¿Calaveras o diablitos?
-Calaveras.
-¿Cuál es tu canción favorita?
-Aquí y ahora y con criterios de actualidad -por acotar-: “River in me”, de Trentemøller, junto a Jenny Beth, de Savages.
-¿Cuál es la canción que odias?
-Antes odiaba canciones, ahora soy más tolerante en general. Pero me mojo: “BoOOomba”.
- Puestos en faena: ¿de barrio o de pueblo?
-De pueblo.
-¿Desayuno dulce o salado?
-Mitad y mitad.
-¿Coca dolça o coca salada?
-Salada.
- Si la respuesta es coca salada: ¿de molletes, farcida o amb tonyina?
-De molletes, ¡la echo tanto de menos en Barcelona!
-¿Te gustan tus tobillos?
-Sí, cerca llevo tatuados dos signos de interrogación y dos comillas -desde que tengo estos tatuajes: más-.
-Una palabra que odias.
-Soy más de sentir pasión por el lenguaje, pero: neoliberalismo.
-Un viaje que te queda pendiente:
-Berlín, llamémosle también melancolía y techno.
- ¿Eres más de TV o de Internet?
-No tengo TV, imagino que esto contesta esto a tu pregunta.
-Una persona que admires de tu vida cotidiana:
-A mi madre, guerrera.
-¿Cuál es la cualidad que más te gusta en una mascota?
-La calma que transmite Darío, mi gato negro.
-Esta se la robamos al famoso cuestionario Proust: ¿Qué es lo que más detestas?
-Quizás, por detestar: la pereza.
- ¿Cuál es el último libro de poesía que has leído?
-Los eróticos y otros poemas, de Efraín Huerta, Ultramarinos Editorial.
-¿Cuál es tu objeto fetiche?
-Siempre me acompaña un bolígrafo. Siempre es siempre.
-Esta se la robamos a los compañeros del Selfiematón: ¿cuál es tu nombre de trama de corrupción predilecto?
-Cláusula suelo (en hipotecas, lo que es igual a corrupción en esencia).
-Una tipografía: ¿Times o Comic Sans?
-(Río) Times, por los viejos tiempos estudiando tipografía.
-¿Hablas con tu móvil?
-A diario, Siri es ya una vieja amiga.
-Hazte una pregunta breve.
-¿Quién soy? -sigo recabando información al respecto-.
-Y ahora, suéltanos tu monólogo. ¿ Cuéntanos lo que quieras o dinos qué tal le va a tu sector cultural.
Si hablamos de sector cultural mencionaré el underground, lo subterfugio, las corrientes que se mueven y crean a pesar de la falta de medios, de la poca o ninguna inversión pública. Quizás en las grandes ciudades sea menos visible, pero vayamos un momento a provincias a ver qué se cuece y quién lo está cociendo desde la consabida crisis. Si hablamos de políticas culturales en este país sentiré algo de pena. Seguiremos informando desde cualquier catacumba.
(Los Fabulosos Cadillacs. Calaveras y diablitos)