VALÈNCIA. Cajamar le ha cogido gusto a las emisiones de cédulas porque si hace mes y medio colocaba en el mercado 750 millones de euros en cédulas hipotecarias a cinco años, tal y como publicó entonces este diario, ahora trabaja en otra emisión de 350 millones. En esta ocasión el plazo es a seis años, cuyo vencimiento tendrá lugar el 31 de marzo de 2029. Según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes conocedoras de la operación, se trata de una colocación privada.
Hablamos de valores que representan una deuda para su emisor, devengan intereses y son reembolsables en la fecha o fechas previstas, o cuando se den las circunstancias contempladas, en las condiciones de su emisión. Los mismos que se emiten con la garantía de la cartera de préstamos concedidos con garantía hipotecaria de inmuebles por la sociedad emisora conforme a la legislación vigente a los efectos.
El próximo 18 de junio a Cajamar le vencen 500 millones de euros en cédulas hipotecarias, que fueron emitidas el mismo día de 2018 y colocadas en el mercado como también informó entonces este diario. Una emisión que recibió unas peticiones de más de 1.600 millones de euros, con una demanda que superó en 2,2 veces la oferta. Todo un respaldo al primer grupo cooperativo español presidido por Eduardo Baamonde.
Pero la cosa no queda ahí porque Cajamar también ha emitido 750 millones de euros, pero en cédulas territoriales a seis años de vencimiento (marzo de 2029). En este caso, según ha podido saber también Valencia Plaza, corresponde a una 'autocolocación', es decir, se las queda en balance para generar colaterales o garantías y poder apelar con ellas al Banco Central Europeo (BCE).
Conviene recordar que las cédulas territoriales son un instrumento financiero similar a las cédulas hipotecarias, pero que están respaldadas por los créditos y préstamos concedidos por el emisor a las administraciones públicas. Unos activos que bien conoce la caja rural porque en marzo de 2017 lanzaba la que fue -hasta el momento- su última emisión de estos activos, que entonces se los llevó a balance y no los sacó al mercado para poder acudir a pedir dinero a la institución monetaria europea dirigida entonces por Mario Draghi.
Una Cajamar cuyo grupo elevó un 27,7% su beneficio durante el pasado año hasta los 80 millones de euros. Los ingresos (margen bruto) en el conjunto del año se contrajeron un 21,6% respecto al ejercicio anterior, hasta situarse en 1.074,2 millones. El margen de intereses se situó en 702,9 millones, por lo que experimentó un incremento del 4,5% en términos interanuales.