VALÈNCIA (EFE/Concha Tejerina). El director de la Cátedra Infancia y Adolescencia de la Universitat Politècnica de València (UPV), Vicente Cabedo, reclama pasar de la actual "cultura de la violencia" a la del "buen trato", un "cambio de paradigma" que debe comenzar en los centros escolares, que además tendrían que convertirse en "escuelas de ciudadanía en la que formarse en valores".
Cabedo dirige desde hace una década esta Cátedra -que comenzó como Aula-, una iniciativa "abierta a la sociedad" cuya finalidad es la promoción y el desarrollo de actividades de formación y sensibilización tanto para los menores, en ocasiones "invisibilizados" y "no escuchados", como para sus familias, haciéndoles a ambos protagonistas y partícipes de la mismas.
También creó hace dos años la Red de Universidades por la Infancia y Adolescencia (RUIA), un proyecto de colaboración interdisciplinar en el que ya participa una treintena de universidades españolas y que pretende la promoción y garantía de los derechos de los menores, la investigación, la innovación, la formación y divulgación y la transferencia del conocimiento.
En una entrevista con EFE, Cabedo señala que la situación de la infancia y la adolescencia "no es nada halagüeña" en el contexto actual de conflictos bélicos, por los problemas que afectan a los menores migrantes no acompañados (Menas) o por la pobreza infantil, que en España afecta a un porcentaje importante de la población.
También se refiere a la violencia vicaria, que hasta no hace mucho ha sido "invisibilizada" y que hace de los menores víctimas porque al ser testigos del maltrato que sufren sus madres lo "interiorizan" y "ven como algo normal los valores de la cultura de la violencia".
Sobre el uso y abuso de las nuevas tecnologías y las redes sociales de los menores, considera que más que prohibirles hacerlo, los adultos deben "acompañarles" e intentar enseñarles a hacer un uso responsable de sus contenidos y a que aprendan que debe ser "una parte" de su ocio, como leer, hacer algún deporte o jugar con sus hermanos o amigos.
También indica que el acceso a pornografía se hace a edades cada vez más tempranas y supone un problema porque no están aún formados en las relaciones sexuales y esa concepción del sexo les daña, y ante el auge de violaciones grupales de menores afirma que "algo está fallando porque las relaciones no son negativas, pero sí los abusos y las violaciones".
Ante problemas como el repunte de las violaciones grupales o del acoso, tanto en centros escolares como a través de las redes sociales, Cabedo aboga por hacer un "cambio de paradigma cultural desde la infancia" porque, afirma, "no puede negarse que vivimos en una cultura de la violencia, pero se debería pasar a la cultura del buen trato".
"Hay que hacer mucha pedagogía. A la infancia y adolescencia les hace falta educarse más en valores y en el ámbito de la igualdad y del respeto a la diversidad de género, sexo, raza o religión. Tenemos que hacer una mayor inversión en educación en este sentido", afirma este profesor titular de Derecho Constitucional en la UPV.
A su juicio, deberían volver a las escuelas asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Ética, aunque reconoce que el problema es que esto "se politiza", y se muestra convencido de que los colegios e institutos deberían ser una "escuela de ciudadanía en la que formarse en valores".
Hay que "crear ciudadanos respetuosos con los derechos de las personas, solidarios y no violentos", asevera este doctor en Derecho Constitucional, quien cree que desde edades tempranas se debería empezar a conocer la Constitución, para que sepan de dónde derivan los derechos y la dignidad de los ciudadanos.
También aboga por "modificar" el artículo 39 de la Constitución, en el que asegura se piensa en niños, niñas y adolescentes como "objetos de protección".
Y lo explica así: "No me gusta la visión de proteger al niño porque es desvalido, destierro la palabra proteger, lo que hay que garantizar es que tenga una vida con un desarrollo físico, psicológico y sin ningún tipo de agresión, una autonomía progresiva".
Cabedo subraya que la Ley Orgánica de Protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (Lopivi), aprobada en junio de 2021, significa un "hito" en materia de protección y es una norma "moderna, muy consensuada y modélica" pero que hay que "llevar a la práctica".
Destaca que supone un "cambio de paradigma trascendental" en el abordaje de la lucha contra la violencia y su erradicación, ya que el foco de atención "no se concentra ya en dar una respuesta a la violencia consumada, sino en la prevención, en su evitación y, especialmente, en la creación de los denominados entornos seguros y en la promoción del buen trato".
Considera que las dos figuras para la prevención y protección frente a la violencia que crea -el coordinador o coordinadora de bienestar y protección del alumnado, y el delegado o delegada de protección en el ámbito del ocio, deporte o tiempo libre- deberían ser personas con la formación suficiente que se dedicaran de forma expresa a este tema y no profesores que compaginen esta labor con sus clases.
"Lo importante es detectar el problema de forma precoz para evitarlo y no cuando el menor haya sufrido ya un acoso", explica Cabedo.
Por último, subraya que la Cátedra ha impulsado ayudas para jóvenes tutelados en los sistemas de protección a la infancia para que, cuando cumplan 18 años, puedan acceder a una universidad, y destaca que la Universidad de Alicante ha lanzado una convocatoria similar y espera que el resto de universidades se sumen a esta iniciativa.