La compleja relación Bielsa-Bravo-Puig en el laberinto del PSPV
La compleja relación Bielsa-Bravo-Puig en el laberinto del PSPV
VALÈNCIA. Este lunes tuvo lugar la jornada de constitución de Les Corts Valencianes en la que los diputados de la XI legislatura tomaron posesión y juraron el cargo. Un pleno en el que, además, se configuró la Mesa del Parlamento valenciano, con sorpresa incluida: el PP cedió los votos exactamente necesarios (18) a Compromís para que la coalición pudiera situar en este órgano rector a uno de sus parlamentarios.
La maniobra desconcertó a la bancada de los socialistas, que daban por garantizado que tendrían dos representantes en él. Sin embargo, los votos de populares y valencianistas hicieron que la vicepresidenta en funciones de la Diputación de Valencia, María Josep Amigó, fuera designada secretaria segunda de la Mesa y quedara fuera la aspirante del PSPV para el puesto, la todavía consellera de Innovación en funciones, Josefina Bueno.
Los cinco puestos en liza quedaron repartidos entre la presidenta de la Cámara, Llanos Massó (Vox); el vicepresidente primero, Alfredo Castelló (PP); la vicepresidenta segunda, Gabriela Bravo (por el PSPV, dado que es independiente y no posee carné del partido socialista); el secretario primero, Víctor Soler (PPCV) y Amigó (Compromís).
Ahora bien, la operación no solo causó malestar. También desazón en las filas socialistas porque el cargo más alto al que podía optar el partido en Les Corts recayera sobre una persona independiente. El hecho, además, de que Bravo tomara posesión como vicepresidenta del Parlamento sin haber renunciado antes al cargo de consellera de Justicia y Administración Pública también ha sido cuestionado tanto a la interna como en el seno del Ejecutivo por la incompatibilidad en la que estaría incurriendo.
En este sentido, la propia responsable autonómica manifestó este miércoles en À Punt que había solicitado a la Abogacía de la Generalitat un informe para conocer si realmente es incompatible formar parte del Gobierno valenciano y, al mismo tiempo, ostentar un puesto en la Mesa de Les Corts. Una medida que, sea cual sea el resultado, permitirá a Bravo apurar su estancia en el Consell unos días más.
La Ley del Consell establece en su artículo 30 que los consellers "están sometidos al régimen de incompatibilidades que el artículo 6 establece para el President de la Generalitat". El citado artículo determina que el cargo de president "es incompatible con el ejercicio de cualquier otra función pública que no derive del ejercicio de su cargo, excepto la de Diputado de Les Corts".
Un escenario por el que, a juicio de Compromís y varios cargos del PSPV, Bravo ahora mismo no podría ejercer de consellera de Justicia en funciones y, a su vez, de vicepresidenta segunda de la Cámara, puesto que no sería una mera diputada, puesto que está al frente del órgano que toma decisiones sobre los contratos que realiza el Parlamento, nóminas o cómo se reparten las subvenciones. Mientras queda a la espera del pronunciamiento de Abogacía, cabe apuntar que la normativa autonómica obliga al jefe del Consell, en este caso Ximo Puig, a cesar al conseller de turno que incurra en una incompatibilidad sobrevenida. Algo que, por el momento, no ha ocurrido.
Los antecedentes que existen al respecto, no obstante, podrían marcar el camino que se seguirá más pronto que tarde: en 2019, la entonces consellera socialista de Infraestructuras y Vivienda, María José Salvador, dimitió antes de ser elegida vicepresidenta primera de Les Corts. Una hemeroteca que, más allá del pronunciamiento de los juristas, torna en complicada la continuidad de Bravo al frente de la Conselleria en el corto plazo.
Por otra parte, la consellera de Justicia, preguntada en À Punt por su opinión sobre la vida orgánica del PSPV tras la derrota electoral y la decisión de Puig de continuar al frente de la formación socialista, defendió que el todavía presidente es la "persona mejor situada" para hacer una buena oposición. "¿Esto significa excluir a otras personas valiosas del partido? Yo creo que no. Que Puig diga ahora en este momento: "Me quedo" para "armar una buena oposición, darle cohesión e incorporar cambios dentro de la estructura orgánica y así incorporar nuevas personas, es un acto de generosidad", argumentó.
La compleja relación Bielsa-Bravo-Puig en el laberinto del PSPV
Además, cuestionada por su buena relación con el secretario general provincial, Carlos Fernández Bielsa, que viene situándose como posible sucesor de Puig, con el que ha tendido roces por las listas al Congreso y Senado, Bravo también rompió una lanza en favor del alcalde de Mislata. "Carlos Fernández Bielsa, todos los saben, siempre he tenido una gran relación en estos ocho años, es una persona valiosa para el partido, para la sociedad y puede aportar mucho. Puede trabajar perfectamente en sintonía con el secretario general del PSPV, que lo que quiere es que el partido esté lo más cohesionado posible y hacer la mejor oposición, no en las disputas internas", explicó, para recalcar que no se puede predecir el futuro del PSPV y que Puig, con su continuidad, "ha hablado del presente".
Respecto a las especulaciones sobre su regreso a su actividad como fiscal, Bravo subrayó que ha decidido quedarse para "vigilar desde el poder legislativo" al gobierno de PP-Vox. "Tenía la sensación de que si me iba, abandonaba el barco" comentó.
Por otro lado, respecto al malestar en el PSPV por su nombramiento como vicepresidenta de Les Corts y la posible relación de su designación por ser la pareja sentimental de Puig, destacó que en los cinco años de relación que mantienen "nunca se ha producido ninguna decisión relacionada con su ámbito personal". "Cuando vine de consellera lo hice con un currículum. Nadie me ha regalado nada. Nadie puede cuestionar que el papel que he hecho estos ocho años en el Botànic y lo que pueda hacer en Les Corts venga por una relación personal. Yo pregunto: "Si fuera un hombre, ¿esto se plantearía?", sentenció.