ALICANTE (EFE). Los jugadores Lucas Boyé e Iván Marcone han liderado el "proyecto argentino" del Elche, que este fin de semana la permanencia en Primera División contra todo pronóstico, ya que además de partir con el presupuesto más bajo de la categoría, el equipo no dependía de sí mismo para salvarse en el último encuentro de una temporada en la que el fútbol de este país ha estado presente a todos los niveles en el club ilicitano.
El proyecto diseñado por el propietario del club y representante de jugadores, el también argentino Christian Bragarnik, que se apoyó principalmente en futbolistas sudamericanos para reforzar al equipo en Primera, ofreció luces y sombras a lo largo de la temporada, pero se resolvió con un final feliz. Además del atacante Boyé y el centrocampista Marcone, otros argentinos como el delantero Guido Carrillo, cuando las lesiones se lo permitieron, el extremo Pablo Piatti o el portero Paulo Gazzaniga, ambos en el tramo final del curso, ayudaron a subir el nivel del equipo.
En el apartado de decepciones, además del entrenador, Jorge Almirón, quien abandonó el club en febrero con el equipo en posición de descenso en posición de descenso, se encuentran Juan Sánchez Miño y el portero Diego Rodríguez, que salieron de la entidad en enero, y sobre todo Emiliano Rigoni, que pasó de ser el fichaje estrella del equipo a desarrollaron un papel marginal.
El gran triunfador de la temporada ha sido Lucas Boyé, quien ha participado en 34 de los 38 partidos y fue el máximo realizador del equipo con siete goles. El delantero de San Gregorio se convirtió en el referente y líder del juego ofensivo del equipo ilicitano, que recientemente adquirió sus derechos al Torino, club del que llegó a préstamo. E
l segundo jugador que mayor rendimiento ofreció fue Marcone, utilizado en 33 partidos, si bien perdió algo de protagonismo en las últimas jornadas, en las que el equipo se jugaba la permanencia.
Gazzaniga fue la sorpresa de la temporada, ya que logró desbancar de la titularidad a Edgar Badía, héroe local y el mejor jugador de la primera vuelta. El ex portero del Tottenham Hotspur disputó los ocho partidos finales con un rendimiento alto.
También Guido Carrillo ha rendido a un nivel aceptable, si bien en su caso ha estado lastrado por las lesiones que ha encadenado esta temporada. Aportó tres goles claves para el equipo.
La última incorporación fue la de Pablo Piatti, quien llegó fuera al club en marzo y fuera forma, tras varios meses sin competir, aunque dio al equipo dinamismo y experiencia en ataque en la recta final del campeonato.
La mayor decepción, en función de la expectación que había levantado su fichaje, fue la de Rigoni, quien solo ha sido capaz de sumar un gol en los veintitrés partidos disputados. El delantero fue intrascendente en el juego ofensivo del equipo y desapareció de las alineaciones en el momento clave del curso.
El portero Diego González, que ni siquiera llegó a debutar en la Liga, y Sánchez Miño, que apenas participó en nueve encuentros, tampoco estuvieron a la altura de lo esperado y optaron por salir de la entidad en enero.
Almirón fracasó en su primer intento en Europa, aunque desde el actual cuerpo técnico, liderado por Fran Escribá, se le agradeció públicamente su trabajo y que fuera capaz de sumar dieciocho puntos –la mitad del total de 36 sumados en 38 jornadas- en sus veintiún encuentros en el banquillo.
El primer proyecto argentino de Bragarnik ha dejado luces y sombras en cuanto al rendimiento, aunque el objetivo principal se ha conseguido. También se rozó el sobresaliente en la cantera, que bajo la dirección de Jorge Raffo ha logrado excelentes resultados, puesto que el equipo filial, el Ilicitano, ha rozado el ascenso a Segunda RFEF.