ELCHE. El protagonista de la tarde en el Martínez Valero, Lucas Boyé, se mostraba tras el partido "muy contento" por una victoria que, en micrófonos de Movistar +, calificaba de "merecida".
"Es una alegría enorme; las sensaciones eran buenas, pero se nos resistían los tres puntos", decía a continuación el delantero ítalo-argentino cedido por el Torino que ante el Levante anotaba su sexto gol en Liga con el Elche. Boyé se refería a la acción del tanto como "una jugada rápida en la que me habilita uno de los defensores y me voy en el mano a mano" y no escondía su satisfacción "por convertir", aunque puntualizaba que lo importante es que el equipo gane.
"Debemos seguir por este camino", señalaba el futbolista de San Gregorio que con el choque de este sábado elevaba a 29 el número de encuentros ligueros en que ha vestido la camiseta franjiverde. Boyé, un fijo en el once tanto para Jorge Almirón como para Fran Escribá, ha estado en el terreno de juego 2.290 minutos y no siendo su olfato goleador la faceta por la que más destaca, este curso ve puerta cada 382 minutos. Su trabajo de desgaste en punta le convierte en un dolor de cabeza constante para sus marcadores, de hecho es el delantero que más faltas comete de la Primera División.
"Hay que creer hasta el último momento, nos vamos a dejar hasta la última gota de sudor en la cancha", proclamaba Boyé, en un claro mensaje dirigido al entorno, alicaído tras los últimos resultados.
Escribá se refiere al ítalo-argentino como "determinante"
El técnico franjiverde, Fran Escribá, no escondía su satisfacción con el partido firmado por Boyé: "Si hay un jugador a destacar es él", decía el preparador franjiverde, que recordaba que "a nivel de trabajo" brilla "siempre", pero "si a eso le añades el acierto de cara a gol le conviertes en un jugador determinante".
