ORIHUELA. Alguien en el seno del PPCV ha debido entrar en razón y se ha dado cuenta de que la delegación valenciana del PP no puede estar en constante tensión con la dirección nacional a cuenta de Orihuela. A sabiendas de que el actual alcalde, Emilio Bascuñana, iba a ser el elegido por la dirección nacional para repetir, Isabel Bonig lanzó un pulso ante la cúpula de Pablo Casado, que a los dos días intentó rebajar, pese a haber filtrado todo tipo de informaciones contra el actual primer edil. Ahora, semanas después, las aguas parecen haber llegado a su cauce, y existe una cierta pax romana entre las dos organizaciones: ese mínimo acuerdo pasa por aceptar a Bascuñana como candidato a la Alcaldía, algo que el PP no quería en un principio, y que el actual presidente local del PP oriolano, Dámaso Aparicio, vaya como número dos de la lista y que, además, sea en el futuro diputado provincial de Orihuela. Desde el PPCV ese acuerdo lo dan por bueno, pero desde una parte del PP de Orihuela, no.
Y, ¿dónde está la discrepancia? Lo que parece claro es que las dos partes ya aceptan a Bascuñana como candidato. Pero la disputa no está tanto en el número dos, sino en que Dámaso Aparicio deba ser el diputado provincial por Orihuela porque ello supondría apear al actual responsable de Ciclo Hídrico, que es Francisco Sáez, algo que el sector de Emilio Bascuñana no quiere. Por tanto, mientras desde el PPCV se da el pacto por cerrado, desde Orihuela no y creen que es pronto para hablar de la elección de los diputados provinciales. Eso, en todo caso, dicen, "se hablarán en julio", una vez se sepa la composición de las futura Diputación de Alicante. Y se entiende que el actual presidente, César Sánchez, si renueva el cargo, también tendrá algo que decir sobre su futuro equipo.
Además de esto, hay un intento por parte del PPCV y de la dirección del PP local que lidera Dámaso de colocar a los suyos en la futura candidatura. Son sabedores de que muchos de los ediles afines a Bascuñana no repetirán, como Sabina Galindo, Miguel Ángel Fernández o María Rocamora; de ahí que quieren que se garantice un puesto a las también concejalas Sofía Álvarez o Begoña Cuartero, que durante este mandato han estado enfrentadas al alcalde.
Pero esta cuestión no está cerrada, aseguran ambas partes. Lo único que parece seguro es la aceptación de Bascuñana como alcaldable y la inclusión de Dámaso como número dos de la lista. De futuros cargos, hay discrepancia, así como con la confección final de la lista. Y primero, hay que ratificar a Bascuñana.