MADRID. BMW ha puesto a la venta en España la nueva generación, la tercera, de su compacto Serie 1, que destaca por una mayor madurez, solidez y calidad en el diseño exterior e interior, al tiempo que se beneficia de las tecnologías más punteras de sus hermanos mayores.
Para los que gusten de los números recordarles que la primera generación estuvo a la venta entre 2004 y 2012 (se vendieron 1.106.131 unidades en todo el mundo) y la segunda desde 2011 hasta la actualidad (se han comercializado 1.384.672 unidades).
De ese total de casi 2,5 millones de unidades, en España se han matriculado 132.000 unidades, lo que refleja que el Serie 1 es un modelo "muy importante" para la marca alemana, según ha explicado en la presentación del vehículo el nuevo presidente de BMW España y Portugal, Manuel Terroba.
En su tercera generación, el BMW Serie se olvida de la carrocería de tres puertas (solo se puede elegir con cinco) y de la tracción trasera tan característica del fabricante.
Todas las versiones llevan ahora tracción delantera, a excepción de la diésel 120d xDrive de 190 CV (desde 40.800 euros) y la gasolina M135i xDrive de 306 CV (desde 51.700 euros), que montan tracción a las cuatro ruedas.
Otras novedades importantes son que el Serie 1 puede salir de fábrica con head-up display en color, pantalla central de 10,25 pulgadas, asistente BMW intelligent Personal o "reversing assistant (el coche deshace solo las maniobras realizadas en los últimos 50 metros. Muy útil para calles estrechas en las que se sale marcha atrás)".
También, como en sus hermanos mayores, el cuadro de relojes se puede elegir digital, el teléfono móvil se puede utilizar como la llave del coche, el portón trasero es eléctrico y hay un techo opcional de cristal y panorámico.
Exteriormente, es ligeramente más pequeño que su antecesor (10 milímetros menos, hasta 4,31 metros), pero más ancho (1,79 metros) y más alto (1,43 metros).
En el frontal, la parrilla ahora unos acoge riñones más grandes y es activa (se abre automáticamente para refrigerar el motor o se cierra para reducir la resistencia al aire), los faros (de Led de serie) son más alargados y las nervaduras en el capó acentúan su deportividad.
En el lateral lo más llamativo son que las llantas de aleación pueden ser de hasta 19 pulgadas y que la terminación de la ventanilla trasera está perfectamente integrada en la carrocería, lo que BMW denomina Hofmeister.
La trasera es más horizontal, incluye un pequeño alerón integrado en el portón, un difusor trasero y las salidas del tubo de escape pueden ser simétricas (de mayor tamaño en el M135i xDrive, que es actualmente el cuatro cilindros más potente desarrollado por BMW).
El interior también cambia: el salpicadero tiene forma de V, el botón de arranque está en la consola central (en vez de en el salpicadero), se ha concentrado el número de botones, hay mayor espacio (33 milímetros) para las rodillas de los pasajeros traseros y el maletero ha ganado 20 litros, hasta los 380.
La gama de motores se completa con el gasolina 118i (140 CV y desde 28.800 euros) y los diésel 116d (116 CV y 29.150 euros) y 118d (31.050 euros).
Los acabados que se ofrecen son Serie, Advantage (1.100 euros más), Sport (2.900 euros de sobreprecio) y M Sport (3.200 euros más).
Por Madrid y sus alrededores hemos conducido la versión 118i con el acabado M Sport y un acabado azul metalizado que le hace justicia a la "imagen de frescura" que transmite el Serie 1, según Manuel Terroba.
Los 140 CV de este motor tricilíndrico -que no se hace notar en el habitáculo y está exento de vibraciones- son suficientes para la mayoría de los usuarios de un compacto del segmento C.
El turbo actúa con celeridad desde la parte baja del cuenta revoluciones y, salvo en una subida rápida en un puerto, no se van a echar en falta más caballos de potencia. Dispone de modos de conducción para modificar la respuesta de la caja automática, del acelerador y de la dirección, entre otros parámetros.
Los ingenieros de BMW han conseguido que no echemos de menos la tracción trasera para divertirnos con este coche, que goza de un comportamiento muy bueno en curva gracias a unas medidas muy compactas. En ciudad, también es muy cómodo de conducir por lo mismo.
En definitiva, BMW, manteniendo la estructura del anterior Serie 1, ha hecho una nueva generación que gana en confort dinámico, en espacio, en conectividad y tecnología.
Reeditar las ventas no le va a ser fácil por el nivel del que gozan sus principales competidores (Mercedes-Benz Clase A y Audi A3), pero argumentos tiene para conseguirlo.