BERLÍN (Reuters). Los fabricantes de vehículos BMW, Audi y MAN han alcanzado un acuerdo con el Estado alemán de Baviera para reducir el impacto medioambiental de los motores diésel, de forma que las empresas se han comprometido a recortar las emisiones de sus modelos antiguos.
Por su parte, el Gobierno central de Alemania está estudiando la posibilidad de ofrecer incentivos a la compra de automóviles nuevos más eficientes. Este movimiento se produce a falta de tres meses de las elecciones en el país y en un momento en el que está aumentando la presión sobre la industria del automóvil para que contribuya a mejorar la calidad del aire.
En esta línea, BMW y Audi se han comprometido a que al menos la mitad de su flota de vehículos con motores diésel Euro 5 alcancen niveles de óxidos de nitrógeno (NOx) que ayuden a reducir la polución de las ciudades, según informó el Gobierno de Baviera.
Este Estado alemán tiene previsto presentar durante el próximo mes de julio unos incentivos limitados a la compra de coches, especialmente a través de la fiscalidad, con el fin de incentivar la sustitución de modelos Euro 3 o Euro 4 por otros Euro 6, más eficientes.
Este movimiento coincide con la solicitud del club automovilístico alemán ADAC para que se pusiera en marcha un plan para impulsar las ventas de vehículos diésel que cumplan con la normativa Euro 6D, que estará disponible en los automóviles desde el próximo otoño.
Las ventas de coches diésel han estado cayendo desde que estallara el caso del software de Volkswagen, especialmente en las ciudades, que, en algunos casos, han considerado prohibir la circulación de coches de gasóleo en sus núcleos urbanos.
"Creemos que hay opciones más inteligentes que las prohibiciones a la conducción", aseguró el presidente de BMW, Harald Krüger, al tiempo que indicó que por eso apoyan la iniciativa de Baviera orientada a la mejora de la calidad del aire en las ciudades.
Por su parte, el Gobierno de dicho Estado aseguró que los fabricantes de automóviles han alcanzado un acuerdo para asumir los costes de certificación y desarrollo del software de gestión del motor necesario para cumplir con los compromisos adquiridos.