ALICANTE. La empresa biotecnológica alicantina Bioflytech, nacida en el Parque Científico de Alicante (PCA), ha decidido 'mudarse' a la vecina Región de Murcia para poder cumplir con sus planes de crecimiento. La firma, impulsada por el entomólogo alicantino Santos Rojo y respaldada por el fondo de inversión Moira Capital, llevaba meses buscando unas instalaciones lo suficientemente grandes como para albergar su primera planta de producción industrial de insectos, y finalmente las ha encontrado en Fuente Álamo, en Murcia.
La firma, en la que Moira Capital ha invertido 18 millones de euros para financiar su expansión y convertirla en el primer productor a gran escala de proteína de insectos, ha adquirido una gran nave industrial que llevaba años cerrada en la carretera del cementerio de Fuente Álamo, una zona con otras industrias implantadas, cerca de la autovía del Campo de Cartagena. En estas instalaciones está poniendo en marcha la primera de las plantas de producción que prevé su plan de expansión.
Esta misma semana, Bioflytech ha trasladado su sede social del Parque Científico de Alicante a sus nuevas instalaciones murcianas, tal como ha quedado reflejado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil y confirman fuentes del PCA. No obstante, la firma solo ha llevado a Murcia su producción, puesto que la dirección operativa y el departamento de investigación siguen instalados en Alicante. El problema, básicamente, ha sido de espacio: Bioflytech necesitaba de 15.000 a 20.000 metros cuadrados para su planta, y tras varios meses buscando cerca del PCA (que no podía ofrecer ese espacio) ha optado por su traslado a Murcia.
Bioflytech, nacida en 2012, se dedica a la producción industrial de proteínas de insectos para sustituir a las harinas de pescado en los piensos para peces, apostando por la producción masiva de insectos como una nueva forma de ganadería innovadora para la nutrición animal tradicional, con la que hacer frente a las ingentes necesidades de proteína animal. En 2018, Moira Capital, especializada en invertir en empresas innovadoras (también ha entrado en la ilicitana Greene Waste to Energy, que valoriza residuos), inyectó 18 millones de euros para financiar el crecimiento de la empresa, con el objetivo de convertirla en el mayor productor de estas proteínas.
A finales de 2019, la empresa de base tecnológica del PCA fichó al ingeniero Jesús Rodríguez Pallares para ejercer como consejero delegado (el presidente de la empresa sigue siendo su fundador, Santos Rojo) y liderar su fase de expansión. Rodríguez Pallares, ingeniero con experiencia al frente de otras empresas del sector y que ya ha lanzado otras startups, ocupa desde entonces un cargo que anteriormente no existía y que durante un tiempo ocupó de forma interina un representante del fondo de inversión.
Una vez puesta en marcha la primera planta de producción en Murcia, en la que Moira prevé invertir hasta 6 millones de euros, se realizará el resto de la aportación del capital para, en una segunda fase, construir una veintena de plantas en distintos puntos de España en un plazo de seis años, para lo que Moira prevé invertir otros 10 millones de euros. El plan de negocio pasa por alcanzar una facturación de 40 millones de euros cuando finalice la fase de expansión, que la irrupción de la pandemia del coronavirus ha alargado en un año sobre lo previsto.