BIGASTRO, (EFE). Entre legajos y cajas de documentación ha sido encontrada una urna de zinc, estaño y vidrio que, en 1933, vio cómo votaba por primera vez en Bigastro una mujer, Ramona Grau Moya, con motivo de unas elecciones generales durante la II República.
Esta urna ha sido descubierta hace apenas unas semanas por el cronista local, Pascual Segura, durante el traslado del archivo municipal a unas nuevas dependencias.
"Salieron a la luz varios objetivos antiguos, entre ellos esta urna, que llamó la atención por sus materiales y su forma", ha contado a Efe Segura, quien ha explicado que "cotejándola con distintas instituciones como el Museo Nacional de Antropología o el Museo de Historia de València resultó ser de una urna de las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933".
Se trata de una fecha en la que, precisamente, las mujeres en España ejercieron por primera vez su derecho al voto.
Y en Bigastro la "más madrugadora" fue Ramona Grau Moya, que entonces contaba con 67 años y vivía en la zona de la huerta.
Ramona no sabía apenas "leer ni escribir" pero fue la primera mujer en estrenar esta urna depositada en un antiguo colegio de niños, en la calle Purísima, formando parte del distrito uno, sección uno.
Esta pieza costó siete pesetas y fue fabricada por el cristalero José Pérez Cerdán. Era pequeña pero suficiente para albergar las papeletas que le correspondían de los vecinos mayores de 23 años -edad mínima- que votaron ese año, y que tuvieron que repartirse en las tres secciones que componían el único distrito establecido en la localidad.
Esta urna se puede visitar en la exposición "40 años de elecciones municipales", situada en la sala polivalente del auditorio municipal Francisco Grau y organizada por el ayuntamiento de Bigastro a través de la Concejalía de Cultura y en colaboración con el archivo histórico municipal.
Esta muestra fue inaugurada este jueves, y consta de una parte que cede la Universidad de la Alicante -a través del convenio con el Aula Universitaria- sobre acontecimientos y la evolución sobre esta conmemoración de la Democracia a nivel provincial, y de otra parte más local donde se pueden encontrar manuscritos, documentos oficiales o fotografías de la época.
Tras esta exposición y según ha informado la concejal de Cultura, Alejandra Moya, la urna se podrá visitar en la casa consistorial.
"Su hallazgo es una satisfacción puesto que llena un hueco más de la historia del municipio", ha contado el cronista municipal, para quien "no quedan urnas de esta época o se han deteriorado".
Pascual Segura ha explicado que las siete pesetas que costó fabricarla era una cifra "elevada para la época" ya que equivalían a lo que cobraba un jornalero por su trajo durante "toda una semana".