Ya llega el Día de la Constitución. Al igual que el año pasado, el president Ximo Puig ha confirmado que vendrá a Alicante para celebrar aquí el acto oficial de la Generalitat. Nuestro alcalde Gabriel Echávarri ha aprovechado para presumir de lo mucho que han cambiado las cosas en esta Comunitat. Según él, ahora la Generalitat sí piensa en Alicante e incluso ya están poniendo en práctica la prometida "bicapitalidad" de la que nos hablaron.
No se ha olvidado tampoco de arremeter contra el PP, que por lo visto va a organizar su propio acto en Valencia. Según nuestro regidor, a los populares "no les gusta que Alicante tenga protagonismo" y quieren "oscurecer lo que ocurre aquí". Estas declaraciones me han hecho recordar otras recientes del actual líder del PP alicantino, Luis Barcala, en las que tachaba de "vergonzosos" los presupuestos autonómicos debido a que "discriminan claramente a Alicante".
En definitiva, la misma música de siempre. El PP y el PSOE dándoselas de paladines de la "alicantinidad" y acusándose mutuamente de perjudicar a Alicante para favorecer a Valencia. Se han intercambiado los papeles, ahora los primeros son oposición y los segundos gobierno. Pero siguen con la misma cantinela.
Todo esto tiene de fondo un problema histórico más que evidente, que la Comunitat Valenciana sigue siendo una de las autonomías más centralizadas de España. De hecho, ni siquiera hacia la provincia de Valencia, sino más bien solo a beneficio de la ciudad capital. Es cierto que con los nuevos gobiernos de 2015 hemos visto algunos pequeños cambios de actitud. Está bien esto de que el Día de la Constitución se celebre en Alicante o que un alcalde de Valencia haya asistido a nuestras Hogueras por primera vez en 30 años. Pero son detalles más simbólicos que otra cosa.
En cuanto a lo que de verdad importa, el dinero y las inversiones, seguimos básicamente en el mismo ostracismo al que fuimos abocados por los pasados gobiernos del PP. Por poner un ejemplo. La IFA de Alicante ha recibido menos de 3 millones de euros en los últimos 7 años. La Feria de Valencia, 248 millones.
¿Piensa cambiar esto el gobierno de Puig? Pues según las cuentas oficiales ya aprobadas, en 2017 la institución alicantina recibirá tan solo un millón, mientras la valenciana un total de 33. De hecho, el año pasado la IFA obtuvo casi un millón "extra" solo gracias un error (reconocido por ellos mismos) de los diputados de Podemos, que votaron sin pretenderlo a favor. Y éste es solo un ejemplo, bastante escandaloso por cierto. No me caben aquí todos, pero son suficientemente numerosos como para concluir que aún estamos muy lejos de aquella "bicapitalidad" que nos prometieron.
Y lo peor es que en Les Corts ni siquiera se suele hablar del tema. La provincia de Alicante tiene 35 parlamentarios electos que se supone que nos representan. Pero luego todos aquellos votan siempre a favor de lo que las cúpulas de sus partidos han aprobado en Valencia. Al president Ximo Puig se le suele llenar la boca de ataques contra Montoro y Rajoy por la "infrafinanciación" que sufre la Comunitat Valenciana a nivel nacional. Pero luego resulta que hace exactamente lo mismo en su propia región.
¿Y por qué ningún alcalde alicantino reclama en Valencia lo que nos pertenece? La respuesta es sencilla. Resulta que desde 1982 siempre han tenido el mismo color político que el govern de la Comunitat Valenciana. Por ello nuestros alcaldes, lejos de batallar en la capital del Turia, prefieren buscar a otro para echarle la culpa. Alperi y Sonia Castedo solían culpar de todo esto a Zapatero, mientras Zaplana o Camps llenaban a la ciudad de Valencia de macro-inversiones pagadas por todos nosotros. Ahora Echávarri se la echa al PP por organizar un acto distinto al suyo.
Me gustaría terminar el artículo recordando que este domingo fue 4 de diciembre, probablemente el día más importante de la historia de Alicante. Corría el año 1248 cuando, en esta fecha, el infante castellano Alfonso (futuro Alfonso X el Sabio) logró reconquistar la ciudad y poner fin a cinco siglos de dominación musulmana. Resulta que actualmente en Alicante celebramos actos institucionales por el Día de la Constitución, y también por el 9 de octubre (aniversario de la reconquista de Valencia); pero no hacemos nada durante el 4 de diciembre. Es para reflexionar, ¿no?