BENISSA. Más de 30 años después de que la piscina del Collao se inaugurara por primera vez, el gobierno municipal de Benissa ha decidido darle un gran lavado de cara. Alrededor de 230.000 euros de inversión que irán destinados principalmente a mejorar de manera integral toda la instalación. Los trabajos arrancarán en septiembre y renovarán zonas comunes, vestuarios y servirán para crear rampas y garantizar la accesibilidad.
Entre las actuaciones previstas en el proyecto de obra se encuentra la construcción de una rampa de acceso para personas con movilidad reducida que irá desde la parte superior del aparcamiento hasta la zona ajardinada con unas rampas de 3 metros de largo por 1,5 de ancho y un 10% de desnivel.
También está prevista la renovación de vestuarios, cabina sanitaria y almacén, así como la actuación específica sobre el vestuario con el objeto de configurarlo en el marco de la nueva normativa de accesibilidad y adaptabilidad.
Otra de las iniciativas previstas en el documento firmado por Ingeniería Procon es la disminución significativa del vaso principal de la piscina con una prolongación de unas balsas de baño de escasa profundidad para los más pequeños y para aquellas personas con dificultades de movilidad. En este punto, el documento incorpora también la sustitución de las duchas exteriores.
El pavimento general de la instalación también será renovado empleando para ello un gres porcelánico de clase C2 para exteriores. Además el proyecto contempla la preinstalación de alumbrado público en toda la zona de la piscina Collao.
Según ha reconocido el propio alcalde, Arturo Poquet, “se trata de una reivindicación de muchos vecinos y vecinas de Benissa que verano tras verano acuden a disfrutar de la piscina y que han visto como el paso del tiempo ha ido deteriorando una instalación municipal en la que muchos benisseros aprendimos a nadar”.
A causa de los problemas existentes con las constructoras por el aumento de precios derivados de la subida de los suministros motivada por la escasez de materias primas, la licitación de esta obra quedó desierta en un primer intento, lo que obligó al ejecutivo que dirige Poquet a volver a sacarla a concurso con una ligera reorientación de los precios, motivo que ha supuesto el retraso de unas obras que comenzarán en septiembre con un plazo de ejecución de dos meses. Todo hace prever que estarán finalizadas antes de que termine el año y, por supuesto, operativas para el inicio de la temporada de baño en 2023.
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