BENISSA. «Entendimos perfectamente que cuando pisas Benissa estás pisando Alicante. Y estás pisando la Comunitat y también estás pisando España. Pero, ahora más que nunca, estás pisando Europa». Arturo Poquet, alcalde de Benissa, calibra de este modo la importancia de aprovechar el momento y apostar por una visión europeísta que incorpore buenas prácticas en diversidad y multiculturalidad. Y es que en Benissa, como en una multitud de poblaciones de Alicante, hay motivos de sobra para relanzar ese ADN europeo que habita en sus calles.
En cifras, más del 40% de la población (unos diez mil habitantes) es de origen europeo, con mayor afluencia de alemanes e ingleses, aunque con una presencia creciente de vecinos franceses, belgas, rumanos, holandeses, rusos, suizos, polacos y de otras latitudes del continente. Muchos de ellos son residentes en la zona costera del pueblo, separados por catorce kilómetros del núcleo urbano.
El reto es evidente: sumar a la causa benissera (y europea) a toda aquella persona que elija Benissa como su hogar. ¿Y cómo ser reflejo de ese europeísmo? En el consistorio local han estado trabajando durante años por aumentar su presencia en el marco de las instituciones europeas, facilitando los intercambios y los proyectos que enriquezcan la gestión cotidiana municipal y, por la otra, contribuir al debate a favor de una Europa donde el papel de los pueblos sea reconocido y tenga una voz propia.
Los frutos de ese esfuerzo han llegado recientemente, en forma de proyecto europeo. El nombre es largo, como también lo es su recorrido: New Diversity Chapter for Europe - European Network of Towns for Diversity, dentro del eje Europe for citizens. La propuesta la lidera el Centro búlgaro para el aprendizaje a lo largo de la vida y cuenta con quince socios más de países como Italia, Polonia, Holanda, Eslovenia, Rumanía, Finlandia o Malta. Para su desarrollo, Benissa recibirá 148.680 euros. «Llevamos más de año y medio empeñando importantes esfuerzos en emprender un camino que nos permita seguir avanzando», rememora Arturo Poquet, «no tanto en la búsqueda de fondos europeos, sino en la creación del marco adecuado para convertirnos en un municipio con una huella europea». Jorge Ivars, concejal de Proyectos Europeos, también se une a esta visión constructiva, remarcando que «pondremos en valor la diversidad de la ciudadanía europea desde la óptica de Benissa».
Tener un espacio de intercambio de experiencias de éxito en pos de mejorar el servicio del Ayuntamiento hacia la ciudadanía es uno de los objetivos de este proyecto, que ya nacerá adaptado a la nueva realidad de la pandemia. Hasta dieciséis acciones locales se llevarán a cabo en Benissa, para implementar mejoras en la diversidad y la multiculturalidad.
«Con la covid-19 vimos una oportunidad y ahora hemos creado una huella europea», incide el munícipe, agregando que «vamos a adaptarnos a un proyecto que también nos va a valer para transformar Benissa». Por de pronto, el primer encuentro internacional físico para lanzar el proyecto está agendado para antes del verano, momento en el que Benissa quiere dar un paso en firme por integrar esta nueva visión europeísta que ha empezado a latir con fuerza en la localidad.