BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm remitirá a la Conselleria de Medio Ambiente toda la documentación para la evaluación de impacto ambiental sobre el proyecto de TM Grupo Inmobiliario en la cantera del Racó de l'Infern. La intención es conseguir la Declaración de Impacto Ambiental para poder desarrollar este planteamiento con tintes de naturaleza. Como ya explicara la promotora en su momento, la mercantil prevé una inversión de 1,5 millones de euros en la remodelación.
Para ello, han estado un año preparando todos los estudios posibles para enviar a la Dirección General de Medio Natural y de Evaluación Ambiental de la Conselleria. Así, cuentan con el Estudio de Impacto Ambiental, ya tienen publicado el Proyecto de Restauración e informes municipales sobre el planteamiento.
En concreto, el grupo es propietario de la parcela con una superficie de 30.988,50 metros cuadrados y ubicada en suelo no urbanizable. Tal y como indica el informe jurídico del Ayuntamiento, en estos terrenos está la cantera del Racó de l’Infern, antiguo hueco minero de explotación de calizas que tras su abandono no fue restaurada, "tratándose de un relieve deteriorado hoy en día, no afectado por derechos mineros y al que por lo tanto no le es aplicable la legislación minera".
El objeto de esta propuesta radica en que TM regenerará esta superficie con materiales procedentes de los trabajos que está realizando en la urbanización del Plan Parcial 2/1 Poniente. Según el proyecto presentado, la finalidad del mismo es restaurar integralmente el espacio afectado por la antigua explotación minera, restableciendo los valores funcionales, ecológicos y paisajísticos existentes previos a la explotación.
Además, buscarán revivir la funcionalidad del ecosistema, iniciando y activando la regeneración vegetal mediante especies herbáceas, arbustivas y arbóreas adaptadas al medio. Además, habla de recuperar el paisaje en el plazo más breve posible, procurando la máxima integración paisajística en el entorno. Con todo, el proyecto contempla encauzar las aguas pluviales y proteger de la erosión a los terrenos afectados y adyacentes. Con todo, esperan que se pueda limitar el coste de la restauración a un nivel asumible y viable.
Según explicaron representantes de TM en su momento, sigue la estrategia de las tres erres: Reduce, Reutiliza y Recicla. Esta acción disminuye el impacto de la huella de carbono: "reduce 1.796 toneladas de CO2 durante 40 años”, dice Ruiz, “compensa el 40% de las emisiones de GEI –gases de efecto invernadero- del Sector Industrial”, “multiplica por 3 las zonas verdes del PP 2/1”, y equivale “a la mitad del gran ‘pulmón verde’ diseñado en el Ensanche de Levante”.
El proyecto contempla un plazo de ejecución de nueve meses y se va a desarrollar en cuatro fases. En la primera se pretende acondicionar el actual acceso a la cantera para permitir el tránsito seguro de los cambios que transportarán los materiales para la restauración. Seguidamente, se procederá a desbrozar la zona de obra y arrancar las plantas invasoras para iniciar la fase de restauración morfológica del hueco de la antigua cantera.
Una vez cumplida esta fase, se preparará el suelo para la reforestación y se construirá una red de drenaje para evitar arrastres. A continuación se llevará a cabo la revegetación en dos zonas diferenciadas: la 1, que se corresponde con la antigua plaza de la cantera; y la 2, que coincide con los taludes resultantes de la restauración morfológica. Con la reforestación replantarán más de 2.500 árboles y cerca de 3.650 arbustos.