Foto: RAFA MOLINA.BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm quiere iniciar cuanto antes las negociaciones para la activar la segunda fase del centro cultural. La primera, aún se encuentra en el procedimiento de licitación, después de que se adjudicara a la UTE Ecisa y Orthem. El plazo para recurrir dicha resolución termina el 3 de septiembre, por lo que la portavoz del gobierno, Lourdes Caselles, anunció que a mediados de noviembre se iniciarán las obras, según le trasladaron desde la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana, de la que depende esta infraestructura por terminar.
El debate sobre este edificio inacabado se inició este lunes en el pleno con una moción elevada por Ciudadanos, en la que pedían una modificación del proyecto para incluir un aparcamiento en la primera fase.
Sin embargo, tanto PP como PSOE desecharon la idea, que por un lado, recordaron que se trata de unas dependencias que ya están contempladas en la segunda fase, y por otra, sería una modificación que implicaría más del 10% del presupuesto de la obra, por lo que paralizaría el proceso.
No obstante, el portavoz de la formación naranja, Juan Balastegui, insistió en la importancia de dar aparcamiento al centro cultural, ante la falta cada vez más acuciada, de parking en la zona, según criticó el edil.
En cambio, el PP reafirmó la idea de dejar hacer a la SPTCV tal y como se había conveniado y se estaba actuando, en lealtad al organismo y con la esperanza de que la primera fase sí que se va a ejecutar y así no alargar la agonía del edificio, que lleva casi una década paralizado.
Tras la enmienda del PP y el PSOE, el resultado dejó insatisfecho a Cs, ya que solo se llegó a aprobar que se inicien las negociaciones para que se redacte el convenio para la segunda fase, y que ésta incluya el aparcamiento del centro cultural.
Aunque el pleno estuvo en su mayoría vacía de contenido, sí que entró en juego alguna que otra propuesta relacionada con el debate suscitado en los últimos días y que cuenta con una larga historia en la ciudad. Se trata de dos temas como la tasa turística y el trile. En cuanto a la primera, el PP llevaba a pleno una moción que buscaba el posicionamiento de los grupos así como reclamar a la Generalitat que no se instaure esta medida, que grava las pernoctaciones de los visitantes.
Tanto PP como PSOE coincidían en que era un debate en el que se daban la mano: ninguno lo quiere. Ante esto, el PSOE planteó una enmienda para que en caso de que la Generalitat lo apruebe, sean los ayuntamientos los que tengan la potestad de elegir si lo quieren aplicar. Sin embargo, Caselles rechazó esta idea una y otra vez motivando que era un escenario imposible si tan claro tenían que sus compañeros de València no lo iban a apoyar.
Hay que tener en cuenta que los que apuestan por esta medida son Podemos y Compromís, los socios de gobierno del socialista Ximo Puig, que por otra parte, ha negado en cualquier momento que esté en la agenda del Consell.
En cuanto al trile, la corporación aprobó por unanimidad “instar a Las Cortes Generales” a reformar la Ley para que la práctica de “actividades ilícitas” como ‘el trile’ “no gocen de la impunidad con la que las trata la Legislación actual”. La moción fue consensuada el pasado viernes en una Junta de Portavoces, con el fin de que sea tipificado como delito en el Código Penal.
Con el voto de todos los grupos, prosperó una moción del grupo Cs, enmendada por el PP, para “incoar el procedimiento administrativa para inicio de los trámites administrativos oportunos para ofrecer bonificaciones a las familias numerosas, de acogida, monoparentales y a las personas con diversidad funcional empadronadas en Benidorm, en cuanto al precio de acceso y uso de instalaciones municipales”. Además, el acuerdo incluye “crear bonificaciones” para estas familias y personas “en la oferta de actividades deportivas, educativas, culturales o lúdicas” que organice el Ayuntamiento.
Por último, el pleno aprobó por unanimidad la moción socialista que propone que el Ayuntamiento arregle los desperfectos de la estación de autobuses para después pasarle la factura al concesionario.
