BENIDORM. Playa, sol y platillos volantes. Una guía pop de Benidorm y la Marina Baixa de Pedro Delgado Casals, historiador, baterista profesional y director de Pipus Records se ha presentado en un Salón de Actos del Ayuntamiento lleno hasta la bandera en buena parte por aquellos que protagonizaron una época que queda en el recuerdo, el Benidorm nocturno entre 1958 y 1978.
Entre el público, el alcalde, Toni Pérez, la concejal de Patrimonio Histórico y Cultural (área que ha colaborado en la edición del libro), Ana Pellicer y otros miembros de la corporación, muchos músicos, profesionales y amateurs; y descendientes de aquellos emprendedores que invirtieron su patrimonio en una ciudad que se abría al mundo a través del ocio nocturno con el turismo para construir la ciudad que conocemos hoy.
El concejal de Presidencia, Juan Díaz, ha presentado el acto e introducido al editor Vicente Sanjuan y a Juan Antonio Portolés, compañero de correrías en aquellas noches del autor e hijo de uno de los comunicadores que supieron dar a conocer al mundo la ciudad, el periodista Juan Antonio Portolés Juan.
En su presentación Díaz ha dicho que el libro es “la plasmación de un Benidorm emocional, un Benidorm de glamur”, aquel “desarrollista de los sesenta y setenta donde cualquier cosa era posible; se hacía realidad”. El también periodista, ha puntualizado que en las páginas de ‘Playa, sol y platillos volantes’ hay de todo: antropología social y turística, prospección e introspección vivencial, urbanismo del ocio, biografías de leyenda, momentos historicistas, narrativa musical, entrevistas, protagonistas variopintos y un escenario único e inigualable: un Benidorm en absoluta ebullición”.
Antes de las palabras del autor, Sanjuan ha repasado el proceso de edición del volumen en donde se revela que “a Benidorm han venido siempre los mejores intérpretes” nacionales e internacionales y Portolés se ha referido al “pasado glorioso” de la ciudad al rememorar el nacimiento de grupos locales en los que participó en una experiencia “apasionante y tremendamente divertida” y en la que, tan solo un colectivo de unos treinta los músicos, “parecíamos trescientos” en un Benidorm en el que “los zombis no pueden vivir, pero sí pueden bailar”.
El último en intervenir ha sido Delgado quien ha reconocido que su intención inicial era “tratar de dilucidar” si los británicos Led Zedppelin habían actuado en la discoteca Cap 3.000 “El Ovni”, pero que, al profundizar, encontró tal cantidad de material que le ha permitido profundizar “en la arqueología del ocio” local y crear una “guía didáctica y divulgativa” gracias a la investigación de “salas de fiestas, ‘boîtes’ y discotecas, pero principalmente en las personas que había detrás de ellas”.
Delgado ha recordado salas míticas como El Burro, El Alcázar o El Granada, los primeros ‘pubs’ británicos o “el empuje y modernización” que supuso la llegada de los ‘pied-noirs’, los colonos europeos en la Argelia francesa, muchos de ellos de origen español, a la provincia de Alicante y concretamente a Benidorm. Ellos tomaron la iniciativa en la promoción del ocio nocturno y apostaron por discotecas icónicas como la mencionada con anterioridad, Cap 3.000, o Penélope, entre otras.
Mención especial ha hecho el autor a la importancia del Festival Español de la Canción y a la promoción que supuso para la Benidorm convertirse en el centro de la música en un país que se abría al mundo y que atrajo a sus salas a figuras nacionales e internacionales de primer orden.
Tras un turno de palabras, el acto ha concluido con la firma de libros por el autor y con la actuación de uno de los grupos de aquellos años, los New Experience, compuesto por antiguos miembros de grupos locales como Control, Blue Stars o Los Signos, primer conjunto pop de Benidorm.