MARINA BAIXA. Siete municipios de la Marina Baixa se regirán por un Plan Local de Gestión de Residuos común. Serán los integrantes de la Mancomunitat, salvo Callosa d'en Sarrià y Polop, que ya cuentan con un servicio propio. Por tanto, estarán bajo el mismo paraguas Beniardà, Benifato, Benimantell, Bolulla, Confrides, El Castell de Guadalest y Tàrbena. El borrador del plan, que está pendiente de aprobar de manera definitiva, está elaborado por la Diputación de Alicante, y es un documento obligado para todos los municipios desde que el Consell puso en marcha el Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana (PIRCVA).
Con ello, pretenden una mejor organización de la recogida de residuos domésticos y asimilables, con el fin de que además consigan llegar a parámetros de reciclaje marcados a nivel europeo, nacional y autonómico. El reto a medio plazo está en obtener una gestión sostenible de los residuos basada en la reducción, priorización de la recogida selectiva, valorización, así como sumar criterios de proximidad y optimización de la gestión pública, tal y como refleja el Plan.
En la actualidad, estos municipios son integrantes del Consorci Mare para el tratamiento de valorización y eliminación de residuos del Área de gestión A1 del plan zonal 6, cuyas instalaciones están ubicadas en El Campello. También acuden a la estación de transferencia de Benidorm. Distancias que determinan el día a día de la gestión y se plantean alternativas propias para mejorar la situación actual, principalmente a través de la recogida selectiva que permita reducir las cantidades que van a la estación de transferencia y a la planta de tratamiento de residuos domésticos.
Las posibilidades de mejora y optimización, apunta el documento, pasa por la prevención en la generación y el desarrollo de la recogida con más peso y volumen, como son los biorresiduos, pertenecientes a alimentos, además de los restos vegetales de poda y jardinería, los cuales constituyen casi la mitad en peso de la composición de los residuos domésticos. A ello se añade un gran uso de los envases, el papel o cartón y el vidrio.
El plan local se establece por una vigencia de seis años desde su aprobación, siendo revisable de acuerdo con la normativa de residuos que se apruebe en el futuro. Abarca a una población estimada de 2.358 habitantes, que es el padrón correspondiente a los siete municipios en 2020, y una superficie de 166,733 kilómetros cuadrados. Lo que se traduce en una densidad de 14,14 habitantes por metro cuadrado. Se trata por tanto de una zona "con una estructura de poblamiento rural, aunque muy influida por la actividad turística, lo que le confiere una considerable estacionalidad en la generación de residuos", dice el plan.
En cuanto a algunos detalles que se destacan del análisis del que parte este territorio, señalan que tienen una producción de residuos urbanos de 1,51 kilogramos por habitante y día, una media que supera a la provincial y autonómica de 1,2 kg. Pero precisamente este dato está alterado por el componente estacional del turismo y la segunda residencia, que disparan las cifras ya que cuentan solo a los empadronados.
Además, el reciclaje bruto de la Mancomunitat se sitúa en el 50,96%, por lo que está cumpliendo el objetivo que establecía la anterior Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados, en consonancia con la Directiva 2008/98/CE de Residuos, para el año 2020.
Es por esto que optan por una estrategia continuista con la actual gestión, pero con novedades para la optimización. Aquellos municipios que se lo puedan permitir, podrían incorporar recogidas puerta a puerta o de quita y pon. Para grandes productores como bares, restaurantes, hoteles, comedores, etc. se les suministrará contenedores marrones de 120 litros y serán retirados de manera periódica hasta las islas con el resto de depósitos para su descarga. Como refuerzo se propone el uso complementario de contenedores para papel y cartón y envases de menor tamaño, entre 770 y 1.100 litros.
En cuanto a las frecuencias de recogida, plantean un servicio de recogida de seis días a la semana, con los sábados inhábiles. Para la fracción resto pasa a tres días a la semana durante todo el año, que se alternan con tres días a la semana de recogida de la orgánica. A su vez los envases se recogerían dos días a la semana y el papel y cartón un día a la semana. Por su parte, la recogida de enseres debería efectuarse al menos un día a la semana para evitar el abandono de residuos en la vía pública, con basura dispersa.
Finalmente, entre otros asuntos, indican que con objeto de promover y facilitar la recogida selectiva, en la implantación del Plan Local se entregará a cada vivienda urbana de los municipios un kit de recogida selectiva.