ALICANTE. La Sala Stereo continúa aliándose con otros colectivos y marcas para llenar su agenda de conciertos, lo que ha hecho que en los últimos años la sala esté viviendo su época más interesante a nivel de directos de un tiempo a esta parte. Desde clásicos de décadas pasadas hasta grupos independientes que jamás hubieran pisado la sala probablemente, pasando por gran cantidad de formaciones españolas que cada vez van pegando más fuerte. Entre ellas, Belako, que tocan este viernes. Es un concierto organizado juntamente con el Low Festival —festival en el que ya tocaron en esta edición—, que está presentando las sesiones The Live Club by Matusalem en las que se organizan giras de distintos grupos o dj’s.
El conjunto estará presentando su segundo largo, Hamen, en el que han debutado con el sello Mushroom Pillow, y en el que hay una mayor producción que se nota en el acabado final. Un concierto más que recomendable por la energía que rezuman sobre el escenario. Su intensa forma de cantar, la distorsión y el uso del teclado para aumentar la intensidad de su sonido hacen de este un concierto muy a tener en cuenta para aquellos y aquellas que no saben qué hacer hoy. Sin duda, de ellos se espera un concierto potente como han ido demostrando a lo largo de estos años. Aprovechamos su paso por Alicante para hablar con ellos de este nuevo trabajo y otros asuntos:
-Presentáis en Alicante Hamen, un segundo disco que ha cosechado una gran acogida entre público y crítica, ¿estáis satisfechos con el resultado? ¿Y en comparación con el debut?
-Creemos que el disco ha funcionado bien, sobre todo defendiéndolo en directo, que es hasta ahora nuestra mejor carta de presentación como grupo. Para nosotros, muestra una mejora respecto a los anteriores trabajos de estudio que habíamos realizado pero es verdad que a veces da la sensación de que pasa desapercibido respecto a los conciertos. Lo tenemos asumido, no es algo malo, pero aun así seguimos creando nuevos temas y preparándolos para futuras grabaciones, son estímulos necesarios para una banda en efervescencia creativa.
-Con respeto al debut, que era más crudo y visceral, en Hamen hay más peso del teclado y más orientación synth, ¿lo consideráis una evolución o simplemente queréis seguir experimentando las posibilidades de este con el post punk y el indie rock?
-En general Hamen tiene más capas, no sólo de teclas sino de voces, arreglos de coros, guitarras… El cambio esencial en este disco es que las estructuras de los temas han ido haciéndose poco a poco más complejas, cosa que en el anterior no pasaba. Ambas vertientes combinan muy bien en directo y aunque sabemos que forma parte de un proceso de maduración del grupo, seguimos creyendo en el menos es más, y como siempre, estamos abiertos a cualquier variante que surja a partir de ahora. Nunca nos hemos propuesto hacer un estilo u otro, y nos ha ido bien así.
-Habéis tocado ya en países como Portugal, Reino Unido, México… ¿cómo ha sido la acogida por allí? ¿Os veíais así hace apenas unos años?
-La verdad es que lo ansiábamos pero no esperábamos que en un año surgiesen tantas y tan buenas oportunidades. En todos los sitios a los que hemos ido nos han tratado fenomenal, además este tipo de viajes en los que vas con lo puesto, y muchas veces duermes en casa de quien te acoge, acabas haciendo amistades. Tenemos muchísimas ganas de volver a visitar estos países, y por qué no, de visitar muchos más.
-¿Creéis que por el hecho de cantar en inglés podéis tener mayor impacto en Reino Unido? Recientemente otras bandas estatales que cantan en inglés están teniendo bastante éxito en el mercado anglosajón.
-Es una lástima que el idioma suponga una barrera hacia fuera cuando aquí de toda la vida se ha escuchado música en inglés sin entenderla, simplemente porque gusta. Con esto queremos decir que conocemos propuestas musicales que ven su éxito mermado por no cantar en inglés y nos parece injusto. Nosotros cantamos mayoritariamente en inglés pero también queremos mantener el euskera, por ser nuestra lengua materna y porque nos encanta. También tenemos por ahí un tema en francés, como hemos dicho antes, no nos proponemos seguir un determinado modus operandi.
-Seguís apostando por el inglés aunque sin dejar de de lado el euskera, de hecho ‘Hegodun Baleak’ es uno de los que mejor suena. ¿Veremos en algún momento una mayor apuesta por el vasco? ¿Por qué decidisteis tirar más por el inglés?
-Por facilidad a la hora de encajarlas letras en las melodías, por la música que hemos escuchado… El euskera seguirá ahí, siempre. Es un idioma que a veces se ha encasillado en ciertos estilos pero otras se le puede dar un giro distinto y puede que sea cierto que combinando temas en inglés y en euskera sea más fácil dar a conocer estos últimos.
-No es la primera vez que vais a tocar por la zona, de hecho, este verano estuvisteis en el Low Festival, ¿qué tal por allí? ¿Habéis notado que este segundo álbum os ha ayudado a daros más a conocer?
-Fue un buen concierto aunque no de los mejores, notamos que a través del duro trabajo (ya sea grabando discos o sin parar de tocar) vamos ganando adeptos, sí.
-Os vi por primera vez en el BBK en 2012 y me sorprendió la agresividad y la potencia de vuestros directos, ¿preferís tocar en escenarios de festival o creéis que funcionáis mejor en una sala con todo cerrado?
-Definitivamente somos más de sala, dudamos que haya un grupo que no lo sea realmente, favorece más al sonido, hay mucha más cercanía con el público, y es como una sala de cine, se está a lo que se está. A veces en los festivales hay demasiadas distracciones que se generan alrededor de la música en sí.
-Escuchando el sonido del grupo, se notan esas influencias del post-punk británico con una mezcla del indie rock americano de los noventa. ¿Quiénes creéis que os han aportado más? ¿Algún grupo fetiche con el que os gustaría tocar?
-Escuchamos todo tipo de música, y es la mezcla de todo lo que hace que hagamos lo que hacemos. No nos identificamos con una corriente específica. Nos fliparía tocar con Yeah Yeah Yeahs o The Strokes.
-Actualmente parece que hay un rebufo de nuevos grupos internacionales de post-punk que como vosotros, tiran más por el punk y el músculo más que por el clásico bajo cortavenista, ¿estáis al día con ellos, cuáles escucháis de ellos u otros actuales?
-Procuramos estar bastante al día sí, últimamente estamos bastante enganchados a Eagulls y Sleaford Mods.
-Siendo de donde sois, aunque ya quede lejos, ¿en algún momento se os pasó por la cabeza algo de rock radical vasco o ya sabíais por dónde tirar por los gustos de cada uno desde un principio?
-Itoiz es otra de nuestras influencias fundamentales, pero repetimos que no nos propusimos hacer música que siguiese un determinado estilo.
-¿Sentís que se os trate diferente por ser un grupo joven desde los medios, agencias, etc.? Siempre se suele destacar bastante lo de ‘noveles’, o expresiones como “a pesar de su juventud…” y otros clichés que a veces incurren en cierto paternalismo.
-Poco a poco nos van dejando en paz con ese tema, incluso en las entrevistas [risas] pero pesados paternalistas hay en todas partes. Hemos aprendido a hacer valer nuestro criterio por encima de quienes tienen un mayor recorrido, no creamos que nuestra opinión sea mejor o peor, simplemente es la que es y como es lógico nos gusta que se respete. Ya llevamos casi cinco años con el grupo, tampoco es que sigamos partiendo de cero.
-¿Podéis vivir de la música? ¿Cómo compagináis esto con vuestra vida personal? Ha debido ser un cambio importante en unos pocos años.
-Estamos en ello. Hoy en día es difícil vivir de la música o de cualquier otra profesión.
-Y para finalizar, en los últimos tiempos está habiendo bastante movimiento por parte de bandas españolas preocupadas por la situación de precariedad de los músicos, formando incluso un sindicato, ¿os habéis visto en alguna de estas situaciones? ¿Cómo veis el momento?
-Estamos de acuerdo en cualquier movimiento que defienda el sector. Esto es una profesión y un oficio como otro cualquiera y vivimos en un estado que ni lo regula, ni lo protege, ni lo defiende. Y un estado que no defienda la cultura tiene difícil futuro o lo que buscan que es una sociedad mucho más manejable para los poderes políticos y económicos.