en la frontera / OPINIÓN

Barcala: el poder es del pueblo

5/03/2023 - 

El otro día Luis Barcala fue proclamado como candidato del PP a la Alcaldía de Alicante, como si nadie supiera que Él es ya el candidato. Me divierten estos juegos de los partidos políticos, resignificar cosas y conceptos para montar saraos en las precampañas electorales. Digo lo de la resignificación porque en Alicante a quien se proclama de verdad verdadera es a la Bellea del Foc. Me cuentan el acto y todo estuvo requetebién, reventando con más de mil personas los salones Juan XXIII. Carlos Mazón, candidato a la Generalitat, llegó tarde: para hacerse notar, pudiera ser, o porque no da abasto en su agenda y en su afán de omnipresencia. A veces menos es más: pero eso no lo practica ningún político, que yo sepa al menos. Veo a la candidata del PP a la Alcaldía de Valéncia María José Catalá con un póster gigante, 270 metros cuadrados, chupando informativos y programas nacionales de televisión, con un lema nuclear: LA ALCALDESA. Así, a pelo y sin eufemismos, en mayúsculas, para que lo vean los cientos de miles de falleros que ya empiezan a inundar las calles y avenidas del Cap i Casal. El eslogan tiene su cosa semiótica ya que alcaldesa con mayúsculas solo ha habido una, Rita Barberá, rescatada del Purgatorio al que le sometieron los suyos.

A Catalá le salió competencia en cuestión de 48 horas con otro póster más gigantesco, 370 metros cuadrados, y un texto buenista y demasiado largo de la candidata socialista Sandra Gómez, un texto espeso: “En la Valéncia que te gusta se nota la mano de Sandra”. Catalá le gana en contundencia.

Lo de Barcala: lleno total y un elemento totalmente disruptivo: la canción/himno de Patti Smith “The people have the power”. Casi me que quedo patidifuso: un mitin del centroderecha con una canción de uno de los iconos por excelencia del underground neoyorkino de finales de los sesenta; amiga del alma de Robert Mapplethorpe, y colega de la flor y nata de esa revolución punkona liderada por genios como Lou Reed. El poder es del pueblo: perfecto eslogan para una campaña de Podemos, partido errático que prefiere A cabalgar, los versos de guerra de Rafael Alberti, que no son sus mejores versos. A cabalgar, a cabalgar, hasta enterrarlos en el mar. Tela.

La barcalada que asistió a lo de la proclamación supongo que estaría encantanda, sin entrar en antecedentes ni detalles de la poeta/artista/musa/gamberra. El señor Luis baja envalentonado y prevé un paisaje relativamente cómodo: minutos ha tardado el PSOE en tirarse los trastos a la cabeza a propósito de la lista electoral que acompañará (o desacompañará) a Ana Barceló. Podemos e Izquierda Unida/EU al borde del divorcio, no sólo en Alicante, también en las elecciones autonómicas: alarma en PSOE-PSPV y Compromís; por separado, ni Podemos ni IU/EU llegan al 5%. Pintan bastos mientras que los populares se frotan las manos; Mazón, la revolución fiscal, bajar impuestos a los pobres, el trasvase del Tajo y eliminación de las listas de espera; y enmendar la Ley de Costas (que es competencia exclusiva del Estado). Intuyo que no llegará la sangre al río y que Rosa Pérez Garijo acabará entendiéndose con Héctor Illueca: se repartirán el plato de lentejas, las listas electorales de las tres provincias, a última hora: deprisa y corriendo. Olvidan con suma facilidad que el poder es del pueblo: pudiera parecer que el único que lo tiene claro es don Barcala.

PSOE (Carlos González) y Compromís (Esther Díez) siguen empecinados en reconvertir el Mercado Central de Elche en un “mercado gastronómico” que sería algo así como una especie del madrileño Mercado de San Miguel. Una cosa chic. Con una rehabilitación parcial del edificio que diseñó Pérez Aracil a principios de los sesenta y una inversión superior a los 7 millones de euros. Antes que nada habrá que hacer un estudio de viabilidad porque el paisaje sociológico de Elche, 240.000 habitantes, no sé si da para tamaña exquisitez. Solo hay que darse una vuelta por la plaza de Las Flores entre semana... un pequeño desierto. La working class, Carrús, no va a nutrir ese negocio. Ni Carrús ni ninguna otra zona: en Elche existe el vicio de trabajar de sol a sol. Ni Elche, a diferencia de Alicante, cuenta con miles de funcionarios (del Estado, de la Generalitat....) y otros tantos miles de turistas ociosos y dispuestos a gastarse un buen puñado de euros en delicatessen. Fantasear es gratis. Gastarse más 7 millones sin un estudio previo de viabilidad es pecaminoso. Reconvertir el Mercado Provisional, situado es una zona verde estratégica al borde del cauce del río, en Mercado Definitivo e incumpliendo promesas electores es... pongan ustedes el calificativo, estimados lectores.

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