BENIDORM. La Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Blanca (Aptur) hace balance sobre la temporada alta recién terminada. Según los datos que ha podido contrastar con sus asociados, que se dispersan por varias ciudades de la provincia de Alicante, pero que se reúnen en su mayoría en Benidorm, la ocupación media ha caído en torno a un 5% en la época estival respecto al mismo periodo de 2018, abarcando los mese de mayo a septiembre.
Sin embargo, se congratulan de los resultados obtenidos, teniendo en cuenta que creían que la caída sería mayor, según explicó el presidente de Aptur, Miguel Ángel Sotillos. El representante de los apartamentos turísticos en la zona indicó que la previsión era peor porque en marzo, momento clave para las reservas de verano, tenían una caída de compra anticipada de un 15%.
No obstante, señaló que la facturación se mantiene con respecto al 2018, y no han tenido que echar mano de las ofertas en precios para ocupar las camas. Al contrario, estima que podrían haber subido débilmente. Asimismo, calculó un aumento de las plazas este verano, motivo por el cual se habría bajado en ocupación y mantenido la facturación. Además, esto supone que los datos de sus asociados sean "etéreos"
En cuanto a la tipología de los viajes, especificó que en invierno es más proclive a las reservas entre parejas o amigos, mientras que el verano se queda para las familias. En cuanto a la procedencia, la mayoritaria, como pasa en los otros tipos de alojamiento turístico, está copado por españoles y británicos, seguidos de argelinos y franceses. Todo ello con una estancia de siete días de media.