Foto: RAFA MOLINA.BENIDORM. Los apartamentos turísticos de la Costa Blanca viven el último fin de semana antes de que empiecen el curso escolar, uno de los parámetros para medir los días grandes del verano para el sector. Y lo hacen con un balance positivo del estos últimos meses en los que se esperaba con ganas que la vuelta a la normalidad fuera real. Según explica a este diario el presidente de la asociación de apartamentos turísticos de la Comunitat Valenciana (Aptur CV), Miguel Ángel Sotillos, han tenido una media del 90% de ocupación desde junio.
Dadas las circunstancias actuales, el empresario considera que se puede hablar de un lleno técnico. Explica así que las estancias ahora son cortas y desiguales, por lo que pueden tener reservas para 3, 6 y 11 días, lo que hace complicado cuadrar semanas llenas al completo. Por ello, consideran que ha sido un buen verano, mejor de lo que preveían porque tienden a ser "cautos" con sus estimaciones.
Por lo que respecta a la rentabilidad. El objetivo es esperar a que termine el año y cuadrar las cuentas. En general explica que los precios han subido en torno al 10% si se compara con el 2019. Sin embargo, esto no da para cubrir tres años de subida del IPC y el alza de costes que están teniendo por diferentes motivos, como es la tarifa de la luz en más de un 30%, sobre todo desde que estalló la guerra por la invasión de Rusia a Ucrania.
A todo ello hay que añadirle el endeudamiento que están sufriendo desde que se desató la pandemia en Semana Santa de 2020. "Estamos pagando los préstamos ICO desde mayo", apunta Sotillos, por lo que dijo que "el invierno será complicado si no hay un flujo de turistas".
Sobre este asunto, apuntó que para estos meses se espera cierta incertidumbre. El ritmo de reservas ha bajado con respecto a otros años sin pandemia, situándose en menos del 45% de ocupación estimada, que era lo normal para estos días. "Los clientes están esperando a ver qué pasa con los costes, la cancelación de vuelos, etc.", menciona el presidente de Aptur CV. Además, a esto se suma que están contratando sus viajes con menos antelación de lo normal, por lo que no les permite hacer una "previsión estable".
