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cambio de titulares en parcelas de 'suelo premium'

Baile de propietarios en fincas de Rabasa a la espera del proyecto de Ikea 

En el último mes se han producido transacciones de algunas parcelas de menos de 20.000 metros que pertenecían a pequeños propietarios, situadas en el eje de la avenida de la Universidad. Se trata de la franja de suelo rústico no protegido en la que siempre se ha tratado de situar la tienda de la multinacional

26/01/2017 - 

ALICANTE. El negocio inmobiliario vuelve a mirar hacia los terrenos de Rabasa a la espera de que Ikea concrete si está realmente interesada en instalarse en Alicante y, sobre todo, concrete en qué condiciones. Según pudo saber Alicante Plaza de fuentes del sector financiero e inmobiliario, a lo largo del último mes se han producido algunas transacciones en pequeñas parcelas de suelo próximo al eje de la avenida de la Universidad de Alicante (UA) en lo que podría interpretarse como una toma de posiciones ante las expectativas que sigue generando el sector. Se trata, precisamente, del ámbito en el que se centraría ahora toda la atención, tras la renuncia de Alicante Avanza a desarrollar su Actuación Territorial Estratégica (ATE) y el divorcio definitivo -y buscado por el gigante sueco- entre su impulsor, Enrique Ortiz, y la propia multinacional.

Esa franja de suelo, que no está en manos del polémico promotor, es precisamente la que sigue teniendo posibilidades de desarrollo. Estaba contemplada en los últimos planos barajados por Ikea, el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat para llevar a cabo una actuación sobre 950.000 metros sin macrocentro comercial anexo que incluía suelo para un hospital y hasta ocho campos de fútbol -ahora también descartados- y continúa siendo el emplazamiento preferido para planificar una actuación algo menor, con reserva para una tienda de Ikea y para entre tres y cuatro medianas superficies (establecimientos como un Media markt o Decathlon, por ejemplo).

Como publicó este diario, gran parte de esa bolsa de suelo está en manos de entre 15 y 20 pequeños propietarios que se agruparon para adquirir unos 250.000 metros cuadrados en el sector a finales de los años ochenta con la aspiración de poder implantar sus propios negocios. Sus propiedades se extienden sobre las dos vertientes de la avenida de la Universidad, llegan hasta la rotonda de la A-7 y alcanzan prácticamente hasta las instalaciones de Tejas Borja. Según las fuentes consultadas, es precisamente en esa finca conjunta en la que se habrían producido cambios de titularidad. Según las mismas fuentes, un grupo de tres o cuatro propietarios suscribió hipotecas sobre su parte de los terrenos -parcelas de menos de 20.000 metros- y ahora se habrían desprendido de ellos, bien de manera voluntaria, con una venta directa a un tercero, o bien de manera forzosa, después de que los bancos hayan ejecutado sus hipotecas.

Esa bolsa de terrenos continúa siendo suelo rústico no urbanizable. El Plan Parcial de Rabasa y la ATE de Ikea sí implicaba su recalificación como suelo urbanizable y/terciario, pero en ninguna de las dos propuestas urbanísticas esa franja concreta ha llegado a tener nunca la consideración de suelo protegido. El Plan Parcial de Rabasa planteaba la protección de las lagunas de Rabasa y su entorno más próximo y distribuía hasta 15.000 viviendas (que luego se redujeron a 13.000) en el resto del sector. La ATE de Alicante Avanza mantenía esa protección para las lagunas, planteaba un parque periurbano a su alrededor y situaba la tienda de Ikea y el macrocentro comercial anexo precisamente junto al eje de la avenida de la Universidad y la rotonda de la A-7 precisamente por sus facilidades de acceso.

Ese suelo premium también queda fuera del catálogo de protecciones que tramita actualmente el Ayuntamiento de Alicante. No fue incluido en su primera versión ni tampoco en la que saldrá a exposición pública por otros 20 días de forma inminente, tras su aprobación en Junta de Gobierno este martes. La primera versión catalogaba como espacio susceptible de quedar protegido en la redacción del futuro Plan General una gran área de casi tres millones de metros cuadrados en la que se incluían las cinco lagunas y una zona de amortiguación de impacto al sur de esas zonas húmedas. 

En la última versión, esa zona de amortiguación se ha eliminado a criterio de los técnicos de la Concejalía de Urbanismo porque los terrenos que abarcaba no presentan ningún valor como recurso natural que justifique su catalogación. Se mantiene la propuesta de protección para las cinco lagunas y, según el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, se espera que la Generalitat acabe aceptando la petición municipal para que se incorporen al catálogo autonómico de humedales, lo que permitiría crear un cinturón de protección de unos 500 metros en todo su perímetro. No está claro que esa posible incorporación al catálogo autonómico implique la creación de esa zona de amortiguación, aunque según Pavón, no se renuncia a ello en un futuro. Con todo, tampoco ese supuesto implicaría la protección de ese suelo premium, en el eje de la avenida de la Universidad. 

Ortiz, a través de varias sociedades, concentra la mayor parte de sus propiedades en el entorno de las lagunas y en esa zona de amortiguación en la que nunca se ha llegado a situar el macrocentro anexo. Eso sí, al ser el propietario de la mayor parte de los terrenos en el conjunto del sector, el empresario -ahora procesado por el supuesto amaño del Plan General en una de las ramas de Brugal- adquiría una posición predominante en la fase de reparcelación en el caso de que el Plan Parcial de Rabasa o la ATE hubiesen llegado a tener eficacia. La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (la Sareb, más conocida como el banco malo) y el Banco Sabadell mantienen posiciones sobre ese suelo de Ortiz, ya que el empresario suscribió varios créditos hipotecarios con varias entidades y esos terrenos de Rabasa constituían la garantía. Hasta ahora no ha trascendido que se haya ejecutado esas hipotecas. 

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