BENIDORM. Año tras año, Alicante Plaza hace un repaso de los asuntos de Benidorm que tiene pendientes de resolver, algunos, con más avance que otros transcurridos 365 días. De punta a punta de la ciudad, el municipio cuenta con diferentes temas que siguen buscando una solución, otros, aparecen en los últimos años, pero en casi todos hay un factor común: el urbanismo. El convenio de Serra Gelada sigue dando dolores de cabeza al Ayuntamiento, y cada vez más, intensos. Otros, como la pista de atletismo de Poniente, surgen para engrosar la lista.
Sin duda, el de mayor impacto para la sociedad benidormense serán las consecuencias de la sentencia por el convenio de Serra Gelada. Una condena a pagar de 330 millones de euros por los terrenos de la APR-7. Como se recordará, los dueños de este suelo firmaron un acuerdo con Vicente Pérez Devesa de alcalde en 2003, y fue prorrogado ya con el gobierno de Agustín Navarro en 2010 y 2013. De este modo, trataban de dar salida a una situación creada con el nuevo PORN, que declaraba Serra Gelada como parque natural y, por tanto protegido desde 2005. En él, se establecía las compensaciones por no poder edificar en sus parcelas. Pero, tras no cumplir con este acuerdo, los empresarios optaron por recurrir a los juzgados, que ahora le dan la razón. Aunque la administración local ha presentado un recurso de casación.
También en la zona está pendiente de solución el derribo de las torres de Punta Llisera. La sentencia es firme desde 2018, pero nada se ha hecho desde entonces. De momento, la Generalitat guarda silencio en todas las consultas realizadas por este diario en los últimos meses.
Por lo que respecta a la siguiente fase de la avenida del Mediterráneo, el gobierno local está estudiando la posibilidad de incluir un parking subterráneo en el nuevo tramo. También se hizo para la primera fase, aunque se terminó descartando. De momento, esto es lo que se sabe con respecto a los avances para continuar la remodelación de una de las principales arterias de la ciudad.
Desde junio de 2023 están pendientes las viviendas adquiridas por parte del Ayuntamiento para destinarlas a uso social, que en la actualidad el Consistorio está adecuando, según relatan fuentes municipales. También en esta materia están a la espera de comenzar los trabajos para levantar el nuevo edificio de protección oficial en Poniente. Ensanche Levante es otro de los asuntos urbanísticos de mayor calado para la ciudad, donde también hay dibujadas viviendas asequibles. Los propietarios afrontan ya los últimos trámites para su aprobación final que permitirá la entrada de máquinas en la mayor bolsa de suelo pendiente de desarrollar en la localidad.
Siguiendo por la zona, Benidorm continua por detrás de sus localidades vecinas de Finestrat o La Nucía a la hora de atraer marcas internacionales. Con un polígono industrial que sigue bloqueado, el vial discotecas ya no es el único botón para dar luz verde a este sector. También sigue siendo un escollo la finalización de la urbanización, ahora con el agente urbanizador fuera de juego, y un nuevo acceso que reclama el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible por la zona de la avenida Beniardá. Una vez se desbloquee, la ciudad aspirará a tener su primer centro comercial.
Sí que se puede quitar de la lista de pendientes que figuraba en los últimos años el Aula del Mar. Su apertura a finales de año permitía tener su primer museo dedicado exclusivamente a la historia marinera de la localidad. No han corrido mejor suerte los proyectos subvencionados con fondos europeos como es el albergue juvenil y el Centro de Mediación. Ambos, siguen sin abrir sus puertas. El primero, a la espera de una nueva obra que habilitará la zona de acampada. Finalmente, la renovación de la Plaza de Toros quedará a expensas de su ejecución futura si así lo estima el gobierno local, que ha descartado el proyecto que en su día se lanzó en la Edusi.
Tampoco hay avances de momento en la construcción de la nueva Comisaría de la Policía Nacional. A pesar de haber figurado alguna vez en los presupuestos del Estado, en 2024 fue excluido del Plan de Infraestructuras de Seguridad argumentando falta de recursos.
En el otro extremo de la ciudad, Poniente, son menos los proyectos que suelen estar en agenda. Uno de los más importantes está en la pista de atletismo. Los deportistas están a la espera de tener estas instalaciones que, según explicaron fuentes municipales, el próximo paso está en aprobar el proyecto.
Y el último proyecto a destacar es la desalinizadora. Será gestionada por el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa y abastecerá de agua a toda la comarca, pero estará ubicada en la ciudad. Para ello, en el mes de diciembre firmaron un convenio de colaboración entre las dos administraciones en materia de asistencia técnica para la redacción del proyecto iniciando a su vez el trámite para la cesión del suelo necesario en Benidorm para el desarrollo de esa gran infraestructura.