VALÈNCIA. "Estamos trabajando para adecuar toda la estructura del Gobierno valenciano a las labores de reconstrucción de la Dana". Así se pronunció este lunes el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, al ser preguntado por los medios respecto a una posible remodelación del Gobierno valenciano y también acerca de si planteaba dimitir.
Una afirmación que apunta a cambios más profundos en el Ejecutivo que van más allá de un único relevo puntual. En los últimos días, el abrasador foco mediático se ha centrado en la consellera de Justicia e Interior y responsable de Emergencias, Salomé Pradas, pero de las palabras de Mazón se desprende que el presidente y su equipo estudian toda una serie de modificaciones en el gobierno con la mirada puesta en la reconstrucción tras la catástrofe de la Dana.
Esta maniobra, tendría sentido político. La destitución únicamente de la consellera del ramo contribuiría a centralizar toda la crítica -y la culpa- en la gestión realizada por Pradas en la crisis. Una manera, probablemente poco efectiva, de perder uno de sus escudos políticos para satisfacer a la opinión pública y mediática, especialmente tras la manifestación de 130.000 personas que pobló València este sábado bajo el lema 'Mazón, dimisión'.
En cambio, una remodelación más profunda del Gobierno valenciano contendría un mensaje más potente con el horizonte puesto en la reconstrucción. Es más, también ayudaría a alejar el fantasma de la dimisión del presidente, algo que se han esforzado en las últimas horas tanto desde la dirección nacional del PP como desde la propia Generalitat.
No es baladí el cierre de filas de los populares desde Génova. Tras unos días de evidentes discrepancias y con diversas informaciones en las que, desde Madrid, dirigentes anónimos del PP daban por "amortizado" políticamente a Mazón, el discurso parece haberse reconducido a defender la gestión y posición del presidente de la Generalitat. ¿Se produjo alguna conversación entre la dirección del PP y el jefe del Consell en la que Mazón puso sobre la mesa su dimisión? Ninguna de las fuentes consultadas lo confirma, pero parece claro que un portazo del dirigente valenciano y una convocatoria electoral, no sería en estos momentos lo más conveniente tampoco para Génova.
Así, y a falta de conocer los detalles de lo ocurrido, la realidad es que parece que la dirección nacional encabezada por Alberto Núñez Feijóo parece haber encauzado su respaldo al líder del PPCV que, tras varios días profundamente afectado -tal y como señalan fuentes de su entorno- por la catástrofe, está decidido ahora a capitanear la tarea de reconstrucción.
Y en este trayecto todas las miradas conducen a su comparecencia de este jueves en Les Corts, donde abordará, según el mismo afirmó este lunes, las cuestiones políticas relacionadas con la crisis. Con este escenario, todo apunta a que su golpe de efecto con una remodelación del Consell se hará pública esta semana. Existen dudas sobre si podría anticipar sus cambios poco antes de la sesión parlamentaria para llegar a Les Corts con su plan político de reconstrucción bajo el brazo, lo que sería una manera de intentar liderar el relato en la jornada. Otras opciones que se barajan es anunciar en su intervención que habrá cambios para definirlos por la tarde del jueves o el viernes. Las distintas fuentes populares consultadas por este diario no se atreven a concretar el movimiento, aunque admiten que la remodelación está en el horno y debe concretarse esta semana.
¿Qué cambios van a producirse? En general, dentro del PPCV se da por hecha la salida de la mencionada Salomé Pradas, y también se apunta al grueso del resto de altos cargos relacionados con Emergencias. Más allá de las responsabilidades políticas, la gestión de esta crisis va camino de judicializarse, por lo que la mayoría de cargos populares creen que lo mejor es proceder a una renovación del área lo más amplia posible.
Colapso en el Consell de Mazón
Por otro lado, también se menciona como una de las posibles salidas la de la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, que ha tenido algunos traspiés mediáticos en esta crisis que han sido muy castigados en redes sociales. De hecho, tras estas situaciones ha mantenido una visibilidad notablemente reducida tanto en el ámbito de agenda pública como en el comunicativo.
En el alambre muchos sitúan a la portavoz del Consell y responsable de Hacienda, Economía y Administración Pública, Ruth Merino; curiosamente otro de los fichajes estrella de Mazón junto a Montes al inicio de la legislatura. En el caso de la exdirigente de Ciudadanos, lo que todo el mundo da por hecho es que será apartada del puesto de portavoz que, de facto, ya está empezando a ejercer la vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, dirigente de la máxima confianza de Mazón. Más dudas genera para muchos si, además de retirarle el privilegio de ser la voz del Ejecutivo valenciano, también decidirá relevarla como consellera de Hacienda, aunque hay quien no sólo no descarta esto, sino que incluso creen que el presidente de la Generalitat irá más allá y pondrá sobre la mesa cambios más amplios y transversales. Unas modificaciones que, así lo piensan las fuentes consultadas, derivarían en la incorporación de perfiles donde se priorizará la experiencia en la gestión pública.