El proyecto que, al parecer, Baraka ya tendría trazado para acondicionar el antiguo cine respetaría sus volúmenes, sus alturas y toda la fisonomía de su fachada (como también sucede con la propuesta de transformación en hotel, según ha sostenido la compañía hasta ahora) "puesto que se trata de un edificio protegido", según incidieron las mismas fuentes. De hecho, la Conselleria de Cultura conminó a la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante a reforzar las condiciones de conservación del inmueble, ya preservado como Bien de Relevancia Local (BRL), a través de una modificación de la ficha específica recogida en el catálogo de protecciones para que se respetase su volumetría, entre otros elementos que conformaban el antiguo cine, como los palcos, que ahora se encontrarían semiderruidos.
Así, la intervención planteada comprendería su recuperación integral y la división de su espacio interior en varias salas de carácter modulable, de modo que se posibilitase la adaptación de su capacidad, en función de las necesidades que conllevase la llegada de determinada muestra. "Se trata de crear un museo que, como tal, pueda contar con espacios compartimentados adaptables según las necesidades de aforo, para habilitar salas con contenidos específicos, como una sala dedicada a la innovación cultural, otra a jóvenes artistas, otra a la exposición permanente y otra a las muestras temporales, por ejemplo", incidieron representantes del grupo empresarial. Por lo demás, no se contempla una intervención adicional más allá de su insonorización y de la provisión de un sistema de iluminación ajustado a las necesidades de un museo.
El interior del edificio del antiguo cine. Foto: RAFA MOLINA
La inversión estimada para acometer el proyecto ascendería a 25 millones; una suma en la que se incluiría el coste de las obras de rehabilitación y el derivado de la adquisición de los cuadros que puedan formar parte de su exposición permanente, así como de los medios tecnológicos que se prevé incorporar para proporcionar "una experiencia sensorial" vinculada a la pintura.
El conjunto de la intervención podría quedar finalizada en el plazo de dos años, desde el momento en el que se pudiese contar con la preceptiva licencia municipal. Eso sí, para ello, se requeriría de la anuencia de la Diputación, con la que plantea concertar un contrato de arrendamiento de 20 años de duración, con una renta todavía por determinar, pero que, en todo caso, debería aportar rentabilidad a la operación.
En todo caso, como ya ha informado este diario, Baraka no ha renunciado a su planteamiento original para que el antiguo cine pueda convertirse en un hotel boutique de unas 60 habitaciones. La propuesta de centro cultural que contaría con la colaboración y el nombre de Carmen Thyssen se plantea como opción alternativa que, según fuentes de Baraka, sí casaría con las pretensiones que se han venido exponiendo hasta ahora para que el edificio tuviese un uso cultural.
No obstante, en el caso de que ese segundo planteamiento no acabe teniendo acogida, el grupo empresarial seguirá aguardando una respuesta a la solicitud de licencia registrada en diciembre de 2020 para que el edificio pueda convertirse en un establecimiento hotelero. Por el momento, la resolución del expediente no se ha producido, a la espera de que pueda completarse la ficha del catálogo de protecciones, en cuanto la Generalitat concluya su informe definitivo sobre ese documento y lo remita al ayuntamiento para la introducción de modificaciones y aprobación definitiva.
La fachada del edificio del antiguo cine Ideal de Alicante, en la avenida de la Constitución.
