MADRID (Europa Press). En plena Operación Salida de Semana Santa de este 2019, vigilarán el tráfico y el comportamiento de los conductores en carretera 9.200 agentes de la Guardia Civil de Tráfico, 264 vehículos camuflados, cerca de 1.400 radares (724 fijos, 62 de tramo y 557 móviles), además de 10 helicópteros y 216 cámaras.
Pero desde hace un año, en concreto desde el Puente de Mayo de 2018, la DGT incorpora a sus dispositivos especiales de tráfico un elemento de vigilancia más: el dron. Hasta la fecha, estos pequeños aparatos han sobrevolado las carreteras españolas a modo de prueba, sin que se efectúen aún denuncias.
"De momento, son un apoyo", ha comentado la subdirectora adjunta de Circulación de la DGT, Ana Isabel Blanco. Si bien, "se están tramitando todos los aspectos, a efectos técnicos, para que pueda realizarse la denuncia con estos dispositivos; tendremos próximas noticias al respecto", añade.
Con motivo de este periodo vacacional, la DGT ha hecho una demostración de cómo funcionan estos pequeños 'vigilantes'. Ocho de ellos sobrevolarán las vías durante esta Semana Santa hasta el lunes 22 de abril, día en que finaliza el dispositivo especial de Tráfico.
"En esta Operación vamos a hacer un uso extensivo y práctico de los mismos", señala la subdirectora adjunta. Durante estos días, funcionarán en aquellos puntos conflictivos donde no hay cámaras fijas y donde se concentran más accidentes, dando así un soporte complementario a los medios ya existentes. Y estarán repartidos por todo el territorio español.
¿Sustituto de los helicópteros?
Por el momento, los drones se están incorporando poco a poco como complemento al trabajo que realizan las patrullas de helicópteros en la vigilancia de la red de carreteras "muy extensa" con la que cuenta España, de unos 160.000 kilómetros.
Así, ayudan a que los desplazamientos por carretera --en Semana Santa hay previstos 15,5 millones de viajes de largo recorrido-- sean "cada vez más seguros y cómodos".
Pese a complementar al trabajo de los helicópteros, no se descarta que, en un futuro, acaben sustituyendo a estos, dada su "gran versatilidad, control y monitorización del tráfico", según indica Blanco.
"Tal vez, en función de la tecnología y de la evolución del entorno regulatorio, se puedan convertir en sustitutos o alternativa a los helicópteros", augura el jefe de la Unidad de Medios Aéreos de la DGT, Rubén López Segovia.
El jefe de esta Unidad también destaca de los drones su "liviano" coste económico en caso de desperfecto o rotura de alguna de las piezas, así como su discreción (a una altura de más de 100 metros, son casi imposibles de distinguir en el cielo y no se oyen).
En cuanto a las desventajas, por el momento las baterías solo permiten una autonomía de vuelo de unos 30 minutos, aunque los avances tecnológicos permiten que la autonomía sea cada vez mayor, según explica Segovia.
Zoom de hasta 2 kilómetros
A fecha de hoy, la DGT cuenta con 8 drones en operativos. Los hay de dos tipos: los Matrice 200, de color negro y con un peso de 6,2 kilos; y los Phantom 4, blancos y de 1,8 kilos.
Ambos pueden volar a una altura máxima de 120 metros, según lo marcado por ley, y llevan incorporada una cámara que es capaz de alcanzar una distancia focal de hasta dos kilómetros (zoom). "Gracias a la potente óptica de estos sistemas, vamos a poder detectar el interior del vehículo perfectamente", destaca también Segovia.
Esto permitirá que se detecten los comportamientos de los conductores al volante, como por ejemplo, si lleva o no puesto el cinturón de seguridad o si iba utilizando el móvil. Ambas son consideradas 'infracciones graves' y, por tanto, conllevan una multa de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carné.
Actualmente, la Patrulla de Helicópteros de la DGT cuenta con 13 medios aéreos y con un equipo humano formado por 75 personas: 30 pilotos, 25 técnicos de mantenimiento, 11 operadores de cámara y 9 de personal administrativo, logística e ingeniería.
Para el manejo de drones, se han formado ya a 30 personas. Todos ellos han tenido que pasar por un curso de formación de 70 horas (50 horas de teoría y 20 de práctica). Por cada aparato en funcionamiento, hay detrás un equipo de 2 ó 3 personas: el piloto del dron, el piloto de la cámara del dron y, a veces, un asistente.
Este equipo, que trabaja sobre terreno, cuenta con unos aparatos portátiles de visualización de las imágenes grabadas por el dron, y que son remitidas a tiempo real al centro de control de la DGT, con sede en Madrid.
Con vistas a que estos mini-aparatos se incorporen definitivamente a la flota de medios aéreos de la DGT con el fin último de 'cazar' a los infractores, se espera que se amplíe su cobertura de vigilancia, así como su número para que su funcionamiento sea continuo, es decir, durante todo el año.