MADRID/ALICANTE. La startup The Gravity Wave se ha alzado este lunes con uno de los tres premios Impacto ODS que concede Impact Hub Madrid, una de las principales redes de emprendedores de España. The Gravity Wave, que se ha llevado la distinción al mejor proyecto de Economía Circular, se encarga de transformar el plástico que recogen los pescadores en el Mar Mediterráneo en fundas para teléfono móvil que se fabrica en Alicante con filamento para impresión 3D.
Detrás del proyecto The Gravity Wave hay una idea, un producto y, sobre todo, mucha concienciación social. El proyecto tiene tres fases. Según explica el CEO de la startup, Julen Rodríguez -fundador junto a su hermana Amaia-, la primera fase es la recolección de plástico, que se ejecuta a través de un acuerdo con la plataforma griega Lefteris Arapakis, a través de una red de pescadores locales que posee más de 130 barcos y que está especializada en la recogida de plásticos del mar. En breve, este acuerdo se ampliará con pescadores de Italia y de España. Finalmente, todo ese plástico recala en Alicante.
Y ahí comienza la segunda fase. El plástico llega a la planta de Crazy & Things y allí se limpia, selecciona y trocea hasta trasladarlo a las instalaciones de Tecnikoa, en el vivero de empresas de la Cámara de Comercio, en la zona de Aguamarga, que se encarga de producir filamento en impresión 3D y las fundas para teléfonos móviles. La relación entre los fundadores de The Gravity Wave, Julen y Amaia Rodríguez, y de Kike y Pedro, de Tecnikoa, viene de lejos y ahora se ha plasmado en este proyecto. "Llevábamos ya mucho tiempo trabajando juntos y en ese momento decidimos ir un poco más allá pasando a ser socios en esta aventura", explica Julen.
Una vez fabricada la funda, viene la fase de comercialización, que la startup comenzará en breve, a través de su propio canal de online y, más adelante, en tiendas físicas. "Comprar una funda de Tha Gravity es una garantía de que ese gasto se reinvierte en más trabajos de recogida de plástico. De momento, cuenta con un prototipo que se vende (o se venderá) por 20 euros, que equivale a la extracción de tres kilógramos de plástico del mar. Con el futuro, la empresa quiere llegar a los seis moldes, necesarios para sacar 13 modelos de teléfono diferentes para la cual han lanzado una campaña de micromecenazgo en Kickstarter.
La startup intenta alcanzar dos objetivos: por una parte, el proceso de economía circular, que va de la recogida del plástico hasta la fabricación de la carcasa, y por otra, la concienciación y actuación para evitar que todos los plásticos fabricados en China, como sucede con la mayoría de las fundas de smartphones, acaben en el mar. Y de ahí, explica Julen, de que la producción se haya trasladado a España, para tutelar el control de recogida y de fabricación. "El reto es poder acabar con las islas de plástico del Mediterráneo en dos años, pues lo que ahora es un desecho acaba destruyendo hábitats naturales", concluye.