VILLENA. Antiguamente, o no tan antiguamente pero en otros tiempos aún había tribus en la sociedad; tribus musicales. Quizá hoy hay algún reductor en alguna capital o en determinadas ciudades con mucha cultura musical. Estaban los mods, los punkis, más tarde los indies y cómo no, los metaleros. Una legión que no es tan visible hoy en las calles, al igual que las otras tribus, pero que desde luego en los últimos tiempos ha venido ganando terreno en cantidad de festivales. Cada vez hay más de esta temática e incluso algunos que son de otros géneros, como el Primavera Sound, incorporan a grupos de este corte entre sus filas. Y en la provincia de Alicante tenemos a uno de los grandes eventos metaleros de cada año: el Leyendas del Rock de Villena, que este año llega a su XII edición.
Como en tantos otros estilos, el metal tiene muchas vertientes, cada una bastante diferente entre sí. Algunas son entre sí tan diversas que alguna puede ser puro oro para público de otros estilos como el indie, mientras que al mismo tiempo odiará otra vertiente. En cualquier caso, y sorderas aparte, el Leyendas trae este año otro cartel bastante potente, conjugando grandes clásicos del género con nuevas formaciones que están pegando más fuerte en los últimos tiempos. Sin olvidar a bandas más pequeñas pero no exentas de calidad para las que el festival es un gran escaparate. Y un premio al esfuerzo.
El gran aliciente de este año son los Megadeth de David Mustaine, que llegó a pasar un año por Metallica y que es famoso precisamente por haber sido miembro de algunas de las bandas más importantes de lo que nos atañe en este caso, el trash metal. Ritmos pesados y densos, guitarras saturadas, voces quebradas y virtuosismo por un tubo. Más melódicos y guturales son en cambio los suecos Amon Amarth, características que reúnen y que configuran el death metal o su vertiente melódica. Si en los anteriores había virtuosismo, aquí hay mucho más, mezclado con tempos muy frenéticos y evocando, cómo no, a vikingos y otras tradiciones nórdicas. Porque aunque también hay poco sol, pocas tradiciones más nórdicas hay que el metal, zona en la que hay algunos de los grupos más importantes de las últimas décadas.
Eso sí, como se ve, dentro de las decenas de bandas que hay este año, representando los diferentes estilos, la organización se ha encargado de extrapolar esa diversidad entre los propios cabezas de cartel. Ahí están por ejemplo los alemanes y también veteranísimos Blind Guardian con su técnica y su cruce entre el power metal, lo sinfónico, lo progresivo, y esos coros épicos que son tan inherentes a esta rama metalera. También desde el power y el heavy metal vienen Sabaton. ¿Adivináis de dónde? EXACTO: de Suecia. Suecia, señores de Asgaard y de las melenas viriles que cantan en estribillos mastodónticos para epatar con sus voces y sus guitarras pesadas.
Con todo, hay muchos otros nombres conocidos en el panorama metalero como Warcry, Rhapsody, Arch Enemy y una buena tanda de nombres nacionales de bastante calidad, clásicos de toda la vida y formaciones más jóvenes. Y algunas incluso alejadas del Metal, como es el caso de los andaluces Medina Azahara y su simbiosis entre el rock andaluz y el hard rock. Después tenemos una interesante línea que va desde el heavy de Saratoga hasta los históricos Obús, pasando por Tierra Santa o los ultra técnicos y sorprendentes Angelus Apatrida, una de las formaciones más cañeras y prestigiosas que han nacido en nuestro país en los últimos tiempos. Así que melenas al viento —o pelucas si llegaron las canas y la alopecia—, cuero en primera línea, parches con los grupos insignia y a preparar el cuello para el headbanging. El Leyendas ya está aquí.