previsión de producción: 22.000 toneladas

Arranca la primera campaña de la alcachofa pos-Dana: 15% menos de superficie cultivada

8/12/2020 - 

ALICANTE. Ayer arrancó de forma simbólica la campaña del corte de la alcachofa en la Vega Baja, la comarca de toda la Comunidad Valenciana con mayor extensión -cuatriplica a la segunda- de este cultivo. Es la primera campaña tras las inundaciones de septiembre de 2019 que arrasaron los cultivos de la comarca, en especial el de la alcachofa. Esta ha sido una de las razones por las que en esta campaña, la superficie cultivada ha descendido un 15% respecto a la anterior. 

Las inundaciones de septiembre del año pasado provocaron la pérdida de centenares de héctareas de alcachofa. Apenas había transcurrido un par de meses desde la plantación de este cultivo a las lluvias provocadas por la Dana que arrasaron este cultivo. Antes de que sucediera este acontecimiento que ha marcado a toda la comarca, los datos que recoge la Asocación Alcachofa Vega Baja señalaban una superficie aproximada de 2.000 hectáreas. Las inundaciones provocaron la pérdida del 60% de la producción prevista. La cifra bajó a las 10.400 toneladas. 

Ayer, una parcela de la huerta de Rojales acogía ese acto simbólico del primer corte. Para este acto, la asociación nombra a una persona relevante de ámbitos muy distintos. En la edición de este año, la relación entre la persona encargada del corte y la propia alcachofa es más que directo. El padrino de este año ha sido el chef rojalero José Luis Cases. En el acto también estuvo presente el presidente de la Asociación, Diego Martínez, la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón y el alcalde de la localidad, Antonio Pérez. "Tras los daños sufridos la pasada campaña debido a la Dana, esta temporada la iniciamos con ilusión, esperanza, ánimos renovados y con la fuerza que nos caracteriza" señalaba Martínez.

Entre las razones que explican el descenso del 15% de la superficie cultivada, Martínez ha apuntado que la principal ha sido la falta de zuecas para plantar porque muchas se perdieron con la Dana. Otro de los factores ha sido las consecuencias económicas que el desastre dejó en los agricultores. Además, se ha añadido la rotación de las tierras para oxigenar el terreno y en última instancia, la incertidumbre por la covid.  

No todos los agricultores pudieron hacer frente a las consecuencias de las inundaciones. Muchos, dadas las pérdidas y la imposibilidad de recibir ayudas al no contar con seguros, se vieron obligados a dejar la tierra. José Luis, un agricultor de Almoradí perdió casi seis hectáreas de las algo más de ocho que tenía cultivadas. Este año ha vuelto a plantar las mismas que el año pasado, levantarse ante los daños provocados para seguir con su trabajo ha podido más que el miedo de que volviera a repetirse otra Dana. "Tengo que seguir viviendo... si no cultivo de qué como... hay que seguir" señala. 

La Vega Baja es la segunda zona productora de alcachofa del país, los primeros exportadores nacionales de alcachofa y los máximos productores de alcachofa de la Comunitat Valenciana, según señalan desde la Asociación. La previsión que manejan es que si no hay ningún acontecimiento que lo impida, se alcanzará una producción de unas 22.000 toneladas al finalizar la campaña.

La consellera ha apelado a los consumidores indicando que "la mejor recompensa es consumir alcachofa de la Vega Baja, que la paguemos en condiciones para que puedan seguir trabajando en condiciones dignas, y que sepamos reconocer el trabajo de los agricultores para atender un servicio tan esencial como el abastecimiento y la alimentación". Mazón ha puesto en valor este producto relacionando "el prestigio que le da a la provincia tener uno de estos productos". También el alcalde de Rojales ha apelado a que desde todas las instituciones se apoye al sector agrícola "para que puedan vivir de sus cosechas y de sus producciones". 

Para que la comarca siga manteniendo como una de sus señas de identidad el cultivo de la alcachofa, el presidente de la asociación ha reivindicado la necesidad de que todos los ayuntamientos formen parte de ella. "No se entiende a la Vega Baja sin su huerta, sin la gente que lo hace posible y sin su joya. Tampoco se entiende que una asociación que defiende una marca de territorio, un símbolo de la huerta y los intereses de diversos sectores como el turismo o la gastronomía no esté formada por todos los ayuntamientos de la comarca".  

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