ELCHE. Un trimestre después, el mercado provisional vuelve a la actualidad para recordar que el Mercado Central tiene varias tramas paralelas, como las buenas series. A finales de septiembre del pasado año, desde Urbanismo se dio a conocer que había solicitado siete meses antes, en febrero, la demolición de la terraza y la cubrición del bar de la parte norte, ya que esta obra no estaba contemplada en el proyecto del mercado provisional. Ahora, tras desestimar las alegaciones presentadas por Aparcisa, el equipo de gobierno le ha dado un plazo de un mes para demoler la mencionada terraza.
Esta resolución de la Junta de Gobierno viene sustentada de nuevo por un informe del arquitecto municipal, el mismo que el año pasado advirtió de la irregularidad de la mencionada terraza, ya que no figuraba en ningún anteproyecto, proyecto básico o cualquiera de las fases previas a la construcción del inmueble. A pesar de las alegaciones de la mercantil aduciendo que si se quitaba podía ser peligroso para la estructura del edificio, o tratarlo como una estructura necesaria y acorde a los restaurantes de hoy, el informe municipal incide: “la ampliación de la solera realizada con posterioridad a la ejecución del Mercado Provisional (aproximadamente 20 metros cuadrados), se ejecutó de forma independiente a la estructura del edificio y en ningún caso su eliminación supone un riesgo para el mantenimiento de dicho edificio”.
Para el equipo de gobierno, la actuación de la concesionaria no se ajusta a la normativa vigente dado que no se efectuó una solicitud con carácter previo a la ejecución de las obras ni a la instalación de una nueva actividad en el Mercado Provisional. De hecho, la portavoz socialista Patricia Macià matiza que la terraza exterior “no estaba contemplada ni en el pliego de condiciones, ni siquiera en el proyecto básico y de ejecución que presentó la concesionaria”. Por lo tanto, en el final del informe, se pide a la adjudicataria, en este caso Aparcisa, la demolición de la superficie de solera aumentada en 20 metros cuadrados y una cubierta de chapas metálicas que ocupan 30 metros cuadrados.
En su argumento jurídico, también recuerda este que el concesionario tiene la obligación del cumplimiento de todas las obligaciones establecidas en el presento pliego y en el contrato. Así que prácticamente un año después de que Urbanismo firmara esa propuesta de demolición, ahora se le comunicará a la empresa que tiene la opción de alegar en un plazo de 30 días desde que reciba el aviso. En el caso de que no se cumpla el acuerdo, habrá multa para Aparcisa. Precisamente, una de las incógnitas es por qué estuvo tanto tiempo, más de medio año, este expediente paralizado en Contratación, que fue donde se abrió la puerta a una posible regularización de la terraza. En cualquier caso, también se ha aclarado desde el tripartito que ahora no cabe esa posibilidad de regular puesto que se trata de una modificación improcedente de un contrato público.
Por otra parte, los problemas con este inmueble no son en absoluto nuevos, en un ya lejano 2015 PSOE y Compromís advirtieron que esta obra era ilegal, suponía un delito urbanístico al entender que incumplía el artículo 55 del Plan General, referente a que en la zona verde no se pueden levantar edificaciones ni instalaciones provisionales. Incluso el PSOE de Antonio Rodes llevó el caso a la Fiscalía, pero nunca más se supo, por lo que se entiende que se desestimó.
