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deberes del "cora"

'Times New Romantizar': el 'anti cuadernillo' de verano sobre el romanticismo

8/08/2024 - 

VALÈNCIA. Se podría decir que el amor, en sí mismo, comporta una pequeña lista de tareas pendientes. El enamorado tiene el deber de dar buenos besos, el de abrazar y el de ser sincero… Tal vez estas tareas cambian según a quien se le pregunte: no opinará lo mismo una terapeuta que un cartel de madera de un Airbnb que diga “dos no pueden irse a dormir enfadados”. Se podría decir también que el amor tiene tantas lecturas como personas que viven una misma historia y que eso hace que la manera de comprenderlo nunca sea la misma.

Con el propósito de englobar algunas miradas sobre este concepto tan amplio Pseudo Editorial busca comprender algunas lecturas sobre lo romántico a través de Times New Romantizar, una especie de “anti cuadernillo” de verano sobre el amor. En este, la romantización toma forma a través de la visión de diversos artistas, agentes culturales, diseñadores y escritores. Lo hace de la mano de Alicia Sibón, Ana Domi, Blanca Rodríguez, Carlos Cañadas, Esther Sierra, FuiYVolviNoOfendiANadie, Javi Chochonabo -también encargado del diseño y la maquetación-, Jorge Montalbán, Jose Casas y Palomas Mensajeras que se juntan un mismo libro en el que convergen todos sus estilos y visiones del amor. 

Comprendiendo la enorme amplitud de este término logran encontrar un punto en común en el que convierten el pensamiento "de un tema concreto en uno propio", a través del que Sierra considera que se comienza a generar un espacio común: “Hablamos de cómo un libro puede crear una comunidad a través de la intervención. Con el amor de fondo, obligamos al lector a enfrentarse a diferentes lecturas sin orden, pudiendo pintarrajear e incluso girar el libro para verlo todo de forma diferente”, señala una de las coordinadoras y diseñadoras del proyecto.

La publicación, que quiere estar arraigado al presente, comprende la romantización a través de mensajes de WhatsApp, fotografías, poemas y también otros acercamientos que barajan todo tipo de términos. Desde encuentros en la cervecería Canarias hasta el imperio romano, sobre el que reflexiona Rodríguez en su texto: “El corrector me cambia romantización por romanización cada vez que escribo la palabra (...) Tal vez debería escribir sobre la romantización de la romanización, señalar cuál es el imperio romano de mi generación y por qué este es la romantización misma”, reflexiona la autora, quien lejos de academicismos busca plantear al lector enamorado preguntas tales como: "¿Somos el otro o lo inventamos?".

Rebajando la intensidad, en su mismo texto, se cuelan algunos ejercicios de Chochonabo que le dan el toque cuadernillo al libro, con divertidas tareas con las que plantea una forma única de llegar a los orígenes del romance: desde sopas de letras hasta ejercicios de crucigramas o de rellenar los huecos. Estos casan perfectamente con la lectura sirviendo de “separadores” y ayudando a que se cohesione el diseño de un libro en el que cada texto es “de su padre y de su madre”, o mejor dicho, de sus autores.

“Ayuda a que se mantenga la reflexión sobre la emocionalidad que recorre la lectura, cuenta con un solucionario al final, pero el lector puede ir saltándose los ejercicios como quiera”, explica sobre las tareas que inundan el libro: “la idea es ir hilando todo en un juego y divertirnos dentro de esta misma metodología”. Con esto, tanto Chochonabo como los otros autores, dejan ver su lectura sobre el mundo romántico que les rodea y trabajan junto a Pseudo Editorial en una obra cuyas primeras palabras podrían ser: “Querido diario…”

Bajo la filosofía de la libertad total, Chochonabo se ve capaz de hablar del amor dentro del libro de una manera transformada con la que genera un producto final que se vuelve muy dinámico: “Lo importante es que la gente quiera jugar con el libro, queremos conseguir que el lector forme parte del cuadernillo mientras se pone intenso. Al final son muchas ideas totalmente dispares bajo un mismo paraguas”, señala uno de los diseñadores y autores del proyecto.

Foto: PATRICIA VARGAS

Respaldado por Sierra -quien también escribe dentro del libro- buscan esos nuevos acercamientos al amor desde el siglo XXI y superar el reto de la exposición: “Entablamos una misma conversación desde la igualdad y el cariño, en la que cabe desde el ensayo fotográfico a los ejercicios. Respetamos que los participantes formen parte del proyecto como ellos quieren y hablamos de todo tipo de estilos y reinterpretaciones”.

¿Y esto como se hace? “Primero tuvimos una charla con todo el equipo sobre lo que es para nosotras romantizar y las cuestiones políticas, sociales y culturales que llevan de fondo. Sabemos que no existe solo una forma de hacerlo y que cada persona conoce su propio universo al respecto", apunta Sierra. "Buscamos los puntos principales y ahí invitamos al artista a que genere sus ideas desde su visión propia y desde el aprendizaje" y todo esto lo hacen desde lo "pseudo". 

Pseudo Editorial trabaja con quienes “son todo y a la vez no son nada” -como algunas parejas- y que Sierra engloba como pseudo profesionales, pseudo académicos, pseudo artistas y otros perfiles que no terminan de serlo al completo: “Somos personas que no entran en una sola etiqueta, es como que somos un casi algo y a la vez no”, apunta Sierra, que como en el amor mismo está a favor de remover las etiquetas y dejar que todo fluya. Bueno, siempre y cuando no se le pregunte a una terapeuta. 

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