ALICANTE. El discurso de investidura del candidato a presidente del gobierno que hemos podido escuchar y leer en el documento publicado por el PP, Alberto Núñez Feijóo ha sintetizado en 7 páginas, de un total de 40 que contiene el documento íntegro, sus propuestas en materia económica. Como estas propuestas e iniciativas del candidato, consiga o no la investidura, pueden tener consecuencias en el corto y medio plazo en nuestros bolsillos, me he permitido hacer un análisis de urgencia sobre aquellos aspectos que considero más relevantes. Me parecen acertadas las recomendaciones de impulso de un Pacto por el Saneamiento de la Economía, que garantice un crecimiento real medio del 2,5% cada año en la próxima década.
De manera inmediata, asume la recomendaciones del Tercer Sector (Organizaciones privadas, sin ánimo de lucro, nacidas de la iniciativa ciudadana o por el interés de empresas que trabajan contra la pobreza y la exclusión social) proponiendo acciones a favor de las familias con mayores dificultades, i) Reducir el IRPF a las rentas bajas y medias (con ingresos de hasta 40.000 euros) para compensar los efectos de la inflación en este impuesto, ii) Extender temporalmente la rebaja del IVA de los alimentos a la carne, pescado y conservas, y iii) Mantener temporalmente las medidas vigentes contra la inflación (no es realmente una propuesta, puesto que ya está en vigor).
Sin embargo, las propuestas más relevantes que en mi opinión ha puesto sobre la mesa son tres, la primera va referida a la reforma de la Administración Pública para hacerla más eficiente y sobre todo más económica. Hay que liberar gasto superfluo para destinarlo a otras prioridades, especialmente la sobrecarga administrativa de la mayoría de los procesos donde interviene lo público, ha venido a decir, sin entrar en mucho detalle y muy delicado en cuanto a las formas.
La segunda es una reforma fiscal. Aquí se ha referido a las propuestas del comité de expertos, sin entrar en mayor detalle, aunque eso sí, que la reforma no ponga en peligro la sostenibilidad del sistema y tomando como ejemplo a las comunidades autónomas que ya han aplicado rebajas selectivas con buenos resultados.
La tercera va referida a mayores facilidades a los empleadores. Propone que esta sea la legislatura de las pymes y los autónomos, que representan el 99% del número de empresas de nuestro tejido productivo. En este punto se ha remitido al programa electoral con el que el PP se presentó a las elecciones, pero sin entrar en detalles.
En cuanto al mercado laboral, argumenta que nuestra economía soporta 2,7 millones de desempleados y necesita casi un millón de trabajadores. Aboga por publicar el número de fijos discontinuos y concretar una Estrategia Nacional de Formación, con las CC.AA. en una Conferencia de Presidentes específica para tratar el desempleo y la formación, con el objeto de que la formación ofrezca una salida a las vacantes laborales, casando oferta y demanda.
En cuanto al apoyo a la inversión sus propuestas se han centrado en i) la creación de una Oficina de Proyectos Industriales Estratégicos y un fondo de inversión para reforzar el crecimiento de las startups, ii) la reducción de las cotizaciones sociales para contrarrestar las subidas de los costes salariales iii) desarrollar un sistema de desgravación fiscal para nuevas inversiones, y en especial para la adaptación al cambio climático, a la digitalización y para inversiones en innovación, iv) una fiscalidad para grandes patrimonios en consonancia con las prácticas de países de nuestro entorno y sobre todo seguridad jurídica.
También me han parecido acertadas las propuestas para la gestión de fondos europeos: con transparencia, para inyectar fondos más ágilmente en sectores clave, como la industria, el sector primario y el turismo, y lo que ha denominado la cogobernanza entre las distintas administraciones públicas, agentes sociales y económicos y también el Parlamento en la planificación de los fondos europeos.
Como resumen, las propuestas que Alberto N. Feijóo ha incluido en el que ha denominado segundo gran reto colectivo para la mejora de la economía, no han arrojado grandes novedades sobre las líneas maestras que el PP ha venido manteniendo en los últimos meses. Quizá hubiese sido aconsejable incluir propuestas más agresivas en el área económica, en cuanto a la situación del déficit público y sobre todo a la reducción de la deuda pública.
En el apartado económico creo que ha sido un discurso más político, de cara a la galería donde no ha querido entrar en propuestas claras de reducción del déficit público y por supuesto en estrategias destinadas a la contención del volumen de deuda pública que ahoga los presupuestos con el servicio a la deuda por el pago de intereses. Los datos económicos los maneja muy bien el gobierno y aquí no ha querido pillarse los dedos y menos aún que le llamen “recortador”. Alguien lo tendrá que hacer, aunque a los recortes le llame de otra forma. Precisamente estos días he comprado unas tijeras de podar eléctricas, van con batería, pero el fabricante las llama “cortarramas” supongo que se venden mejor así. A pesar del nombre me he asegurado de que la utilidad es la misma.
Francisco Navajas
Director de Franamar Consulting